Abogado, Leonardo Huerta
Desde hace unas semanas se han inscrito por firmas seis candidatos presidenciales para las elecciones del 2026. La Revista El Congreso Siglo XXI perfila a estas figuras que aspiran ocupar a la Casa de Nariño. Leonardo Huerta el 31 de mayo inscribió su comité de recolección de firmas ‘Colombia: Una Nueva Historia’, que cuenta con un equipo que tiene presencia en los 32 departamentos en la estrategia y planificación de su campaña. Acá le contamos el perfil del postulante. Leonardo Humberto Huerta Gutiérrez es abogado de la Universidad Libre de Pereira. Cuenta con especializaciones en Derecho Administrativo de la Universidad Libre, Derechos Humanos e Internacional de la Universidad Externado, Derecho Constitucional de la Universidad del Rosario, Derecho Aprobatorio de la Universidad Sergio Arboleda junto a un Magister en Derecho Tributario y Administrativo de la Universidad Complutense de Madrid, España. Ha sido docente universitario por 20 años, impartiendo clases en más de 20 universidades en temas de derecho, administración pública, gobierno y derecho internacional. El precandidato presidencial, fue contralor departamental y secretario general de la Asamblea de Risaralda, en donde promovió sesiones en los municipios, impulsó la remodelación de la sede y entregó los procesos de la duma departamental certificados en normas de gestión de calidad. Además, hizo parte de la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) como director de control interno disciplinario. Así mismo, Huerta ha ocupado múltiples cargos en el sector público, en las áreas de: educación, TIC, justicia, defensa, trabajo y organismos de control. Pero el cargo en que más destacó fue como delegado para el derecho a la salud y seguridad social de la Defensoría del Pueblo, en el que solucionó más de 111.000 casos relacionados con la protección y prevención del derecho a la salud en los 32 departamentos, especialmente en las zonas más alejadas y vulnerables del territorio colombiano durante cuatro años. Su campaña se ha caracterizado en buscar una solución a la falta de gobernabilidad efectiva que hay en las diferentes zonas del país, empoderando a los territorios a tomar sus propias decisiones. También, rechaza la polarización y la estigmatización de pensamientos que buscan encasillar algún espectro político; por el contrario, invita a los ciudadanos a evitar estas practicas y obtener otra percepción de la política.