En diálogo con la Revista El Congreso Siglo XXI, la representante de la Cooperativa de Mineros del San Juan, Luisa Fernanda Areiza, se refirió a los beneficios que ha traído a la comunidad el hacer una minería responsable y sostenible. Consideró necesario organizar y estructurar esta actividad para formalizarla como un gremio fuerte en ese importante territorio del Pacífico colombiano. En la entrevista, la gerente de COOMISANJUAN le dejó claro al mundo que Chocó es una población biodiversa, pero dentro de esa biodiversidad no es solamente fauna y flora, sino “eso que cargamos debajo de la tierra y que se llama oro”. ¿Qué es la Cooperativa? ¿Cómo nace? La cooperativa nace ante la necesidad que había de formalizar la actividad minera. Es así como en 2002 con la reunión de varios asociados y mineros, se levanta la primera solicitud ante la Cámara de Comercio, y se reúnen, así como nos reunimos en el Chocó a hacer un sancocho en la calle, pero solo hasta el 2021 se otorga el primer título minero. Fue un recorrido de 20 años, en el que, con la comunidad chocoana, empezamos este proceso y llevamos a cabo esta formalización de la cooperativa. Así mismo, recibimos colaboración de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) de Bogotá, la cual nos hace el PTO, así como el licenciamiento ambiental, además nos titulan como Cooperativa de Mineros del San Juan con cuatro placas mineras. ¿Qué significa la minería para la región? La minería es una actividad crucial para la economía de nuestro departamento, no sólo del San Juan. Además de ser autóctona de nuestra región, es una actividad ancestral. Hoy en día, es la minería la que llega a esos lugares donde quizás el Estado no ha llegado. Es la que ha conectado municipios como lo ha sido Sipí, Nóvita y el San Juan, con otras localidades, porque en medio de la actividad, el minero hace carreteras. Cuando un minero trabaja, hay economía para el lanchero y para las señoras que cocinan. También contribuye socialmente con la educación. Hay muchas comunidades que solamente se pueden transportar de forma acuática, pero el señor minero sí tiene un transporte y como apoyo a la comunidad, desplaza todos los días los niños a las seis de la mañana al lugar donde es su colegio. Pero no es solamente hacer minería, sino que debe haber conexión entre la tierra, medio ambiente y la comunidad. Yo puedo realizar minería, pero en esa zona que yo la realice, podemos implementar seguridad alimentaria para la comunidad, proyectos agros, proyectos piscícolas. Es ahí donde nosotros le damos la sostenibilidad a la minería. No es solo desarrollar una actividad y quedar sin nada. Es hacer una actividad que me dé sostenibilidad en el tiempo, tenemos un proyecto de árbol del pan, para que una vez no haya más extracción, pueda vivir del árbol del pan y utilizarlo como forma económica, contribuyendo además a devolverle un poco de oxígeno al planeta. ¿Cuál ha sido el impacto de la Cooperativa en la zona? Un logro muy importante fue hacernos conocer ante corporaciones internacionales. Actualmente estamos siendo apoyados por una corporación internacional que creyó en nosotros y en estos momentos estamos imple- mentando un proyecto de agentes de cambio climático por medio del monitoreo de mujeres para la siembra de plántulas en zonas para rehabilitación. ¿Cuáles han sido los retos que ha enfrentado como mujer en el medio? No fue fácil entrar en el mundo minero debido a que por generación había sido liderado por hombres y en cada una de las mesas que tuve no fui muy aceptada en su momento, pero saqué fuerzas para demostrar que sí se podía. Se trataba de enviar un mensaje de que nosotros bajo el liderazgo de una mujer si pudimos. Y eso fue lo que hizo acabar con esos estándares. ¿Cómo lograr un equilibrio con las comunidades? Se hizo un proceso de sensibilización con todas las personas, con todos los mineros, a quienes apoyamos en el tema social, porque la cooperativa tiene las puertas abiertas para quienes quieran recibir asesoría y conseguir una formalización minera. Yo, Puente San Juan en Istmina, Chocó como líder he notado confianza en los procesos mineros y no ha sido una confianza de sólo hablar, sino que ha sido una confianza de demostrar, de que puedan decir lo hemos logrado y lo estamos haciendo bien. Y eso es lo que le queremos mostrar a Colombia, que acá en el Chocó se puede hacer una minería empresarial y sostenible. ¿De qué forma garantizan el ejercicio de una minería sostenible? Nosotros hacemos mesas técnicas jun-tas, los profesionales hacen visitas a los entables mineros, levantan actas y así podemos hacer un plan de mejoramiento cuando las cosas no marchan bien, para lograr el 98% de una minería con buenas prácticas mineras. Hablemos de las proyecciones y rutas de trabajo actuales. En medio del trabajo que se está haciendo con la cooperativa, nos estamos proyectando a ser una cooperativa multiactiva de mineros, donde lo que queremos es atraer muchas asociaciones, demostrando modelos de la labor que hemos realizado y decirles, vengan vamos a hacerlo así. Istmina se llama Istmina por ser Istmo de minas y es aquí donde está la cooperativa de mineros del San Juan y donde se centra la mayoría de la trayectoria minera.