Representantes de los sectores Minero y Campesino del territorio nacional, que llevan varios días movilizando a sus comunidades en claro rechazo a decisiones que desde el Gobierno Nacional se han tomado, de alguna manera han logrado que las repercusiones de este paro se vean reflejadas tanto en la actividad minera como en diversos sectores productivos colombianos.
Cabe destacar que entre los factores que han motivado las manifestaciones en contra de las decisiones del Ejecutivo Nacional, está el decreto 044 de 2024, el cual establece la creación y definición de las áreas temporales de reserva de recursos naturales. A juicio de los mineros y campesinos, de ejecutarse la norma se limitaría la capacidad de cultivar y criar ganado de los productores agrícolas, poniendo en riesgo la sostenibilidad de estos pueblos.
Asimismo, el mencionado decreto anularía el ejercicio de la minería en la región, al establecer la imposibilidad que se otorguen permisos para desarrollar estas actividades.
Entretanto se espera que en los próximos días tanto Campesinos y Mineros como el Gobierno Nacional logren llegar a acuerdos, más, sin embargo, los estragos de esta inactividad campesina afectan ya a nuestras ciudades y cada día que pasa la economía reciente el impacto del desabastecimiento que ha traído consigo los bloqueos presenciados en las diferentes vías de la geografía colombiana.
Es así como se registra gran afectación de las cadenas de abastecimiento y distribución de la mercancía que alimenta a la ciudadanía, Defensa para el transporte terrestre de carga (Defencarga) reportó que tras los días de paro se han afectado aproximadamente 140.400 toneladas de productos, que se traducen en pérdidas para la economía nacional cercanas a los 100.000 millones de pesos.