La tensión y el miedo se apoderaron de los habitantes de cuatro municipios en Antioquia, donde recientes enfrentamientos entre el Clan del Golfo, el Estado Mayor Central de las FARC y el ELN obligaron a varias familias a desplazarse o a confinarse en sus hogares, como consecuencia los municipios de El Bagre, Segovia, Briceño y Remedios, se encuentran en estado de alerta.
El Bagre
Algunos testigos reportan que la presencia de los grupos armados ha aumentado, con grafitis que marcan territorio en viviendas y negocios. Mientras, los habitantes comienzan a abandonar sus hogares en busca de seguridad, llevando solo lo esencial. “Vemos gente saliendo con los corotos”, comentó un residente que prefirió mantenerse en el anonimato.
Vereda El Pescado, Briceño
En la vereda El Pescado, en Briceño, el conflicto entre las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo dejó dos muertos la semana pasada, lo que generó el desplazamiento de varias familias. La Unidad para las Víctimas informó que algunas de estas familias se trasladaron al casco urbano de Briceño, mientras que otras se dirigieron hacia Medellín. Sin embargo, el secretario de Gobierno de Briceño, Luis Eduardo Valencia, afirmó que la situación en el municipio ha retornado a una “calma relativa” y que la movilidad está garantizada.
A pesar de este aparente respiro, las comunidades siguen temiendo que la violencia vuelva a intensificarse, reviviendo los recuerdos de los peores años de violencia. Las autoridades, continúan monitoreando la situación y han reforzado la seguridad en las zonas más afectadas. La directora territorial de la Unidad para las Víctimas, Claudia Patricia Vallejo, señaló que la región se encuentra en “situación de alarma, con el objetivo de evitar que el conflicto escale aún más”
El temor sigue latente, y los pobladores esperan que no se repitan las tragedias del pasado, mientras enfrentan una nueva ola de enfrentamientos que amenaza su estabilidad y seguridad.