“Hay que trabajar duro contra la informalidad”
Su compromiso permanente con el crecimiento económico y la paz del Cesar, uno de los departamentos del país más afectados por el conflicto armado interno, lo ha llevado a impulsar, desde la Cámara de Comercio de Valledupar, iniciativas que redunden en beneficio de la población y del sector empresarial de la región. Su gran apuesta siempre ha sido posicionar a la capital del Cesar como polo empresarial y comercial, aunque su trabajo también ha estado enfocado en ayudar a cerrar brechas sociales con soluciones a problemas como la seguridad, movilidad, servicios públicos y formalización laboral. “He señalado en diferentes escenarios que el departamento, por su posición geográfica, es proclive al delito, aquí hemos tenido las siete plagas de Egipto: Contrabando, narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo, bandas emergentes, tráfico de gasolina y corrupción. Esto me ha costado el cuestionamiento de la clase política y el gremio empresarial de la región, pero es la realidad”, confiesa el directivo. Por eso, considera que alrededor de lo que plantea el presidente Iván Duque de fortalecer el principio de legalidad, es necesario “atacar estas enfermedades que han carcomido al sector privado y a la institucionalidad”. El Cesar, un referente de crecimiento Ante las enormes posibilidades de crecimiento económico y de paz, Urón Márquez cree que el mundo debe dirigir las miradas hacia el departamento del Cesar, un territorio que posee todos los pisos térmicos que lo pueden convertir en despensa agrícola para el Caribe, Colombia y el planeta en general, mediante un aparato productivo tecnificado, posee una abundante riqueza ancestral. “Tenemos el espejo de agua dulce más grande de Latinoamérica. Hay muchas posibilidades en sectores como la palma africana con más de 120 mil hectáreas sembradas. Tenemos 22 mil hectáreas en café, de las cuales 10 mil son de grano especial, que están siendo cultivadas por comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Hay muchas apuestas productivas, pues el departamento hoy tiene un plan regional de competitividad que hay que ajustar”, sostiene. En esa dirección ha estado centrada la tarea de la Cámara de Comercio; el Gobierno Nacional ha hecho grandes inversiones para que el sector privado pueda emprender sus proyectos con seguridad. “Me refiero a vías terciarias y primarias. Hemos trabajado fuertemente en el proyecto de la Ruta del Sol Tramos II y III, que hoy tiene dificultades y que ha rezagado la competitividad en el departamento”, agrega. Garantías a inversionistas y seguridad Desde la Cámara de Comercio, se han venido reclamando las inversiones incorporadas en el Plan de Desarrollo para que se hagan efectivas en el departamento, al igual que garantías a los inversionistas nacionales y extranjeros para que sus apuestas económicas estén seguras en la región del Cesar. Bajo la presidencia ejecutiva de José Luis Urón, se ha logrado que la entidad sea más visible en el Caribe colombiano y que se posicione como un interlocutor eficaz frente al Gobierno Nacional para responder a los requerimientos de la población. “Nos la jugamos en el tema de la seguridad, de la paz en el territorio, porque consideramos que aquí no hay enemigos de la paz, sino diferencias en los procedimientos para llegar a ella. Confiamos en que el Gobierno del Presidente Duque revise con cuidado los temas de implementación de los acuerdos y que se logre afianzar lo que ya se tiene. Pero también se requiere seguir avanzando en la negociación con el ELN y otras organizaciones insurgentes”. JOSÉ LUIS URÓN MÁRQUEZ Es licenciado en Matemáticas y Física, y abogado con especializaciones en Administración Pública, Derecho Administrativo y Finanzas Públicas. Además, es máster en Derecho, de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá, y candidato a doctorado en la misma área. Fue concejal del municipio de Río de Oro, así como diputado, presidente de la Asamblea del Cesar y secretario de Gobierno departamental. Durante su permanencia en la Cámara de Comercio de Valledupar se ha desempeñado como asesor jurídico y director administrativo. Actualmente ejerce la presidencia ejecutiva de la entidad. Ha publicado varias obras, entre ellas el “Manual del Empresario, una herramienta de consulta” y el “Manual del Registro Mercantil”. La violencia tocó sus puertas Como víctima de un largo secuestro, delito que también ha tocado a integrantes de su familia, Urón Márquez, le apuesta a la consolidación de la paz. “Mi trabajo indeclinable en búsqueda del camino de La Paz es por mis nietos. No hemos tenido un solo minuto de tranquilidad, hemos sido objetivos militares de la guerrilla, paramilitares y bandas emergentes. Por eso, hay que construir un territorio donde las generaciones futuras puedan tener la tranquilidad de que no van a perder sus vidas ni sus bienes por efectos de la guerra”. Esta situación “nos obliga a buscar caminos que generen la posibilidad de un territorio pacifico, donde podamos convivir con diferencias y ser tolerantes a eso. Yo que he vivido la guerra y he sido víctima de ella, lo que más anhelo es que las nuevas generaciones no tengan que repetir esta historia”, agrega el directivo, quien está convencido que la salida no es la reinserción a la vida civil, sino la incorporación al aparato productivo. “Eso permite que los reinsertados mejoren sus condiciones de vida, generen ingresos para el sustento de la familia y no sean un apéndice del Estado colombiano. Aquí hay que respetar la propiedad privada y recordar que necesitamos que todos trabajemos en la misma dirección para lograr consolidar la paz que tanto anhelan los colombianos. Eso no lo podemos hacer con odios y con espejo retrovisor, no se puede lograr cobrando deudas pendientes. Hay que voltear la página y pensar que en este país todos cabemos”.