La región sigue siendo una de las más afectadas por la violencia en las últimas tres décadas, lo que amenaza el pleno ejercicio del derecho a la educación por factores como el crimen organizado, normas sociales y de género, la inestabilidad política y económica, los efectos del cambio climático, sistemas de protección infantil insuficientes y una profunda desigualdad. Esta fue la reflexión en el encuentro de prevención y abordaje de violencias en el sector educativo.
En un esfuerzo conjunto sin precedentes en esta materia, altas autoridades de los ministerios de Educación de la región anunciaron este 7 de noviembre de 2024 la creación de un programa de cooperación regional para abordar y prevenir la violencia en el sector educativo, como continuación del compromiso establecido en la Reunión Extraordinaria de Ministras y Ministros de Educación de Santiago 2024.
El acuerdo surgió al finalizar la Primera Reunión de Alto Nivel para la Prevención y el Abordaje de la Violencia en la Educación, celebrada en Bogotá del 5 al 7 de noviembre y organizada por la UNESCO y el Ministerio de Educación de Colombia que contó con la asistencia de autoridades y actores de la educación de 15 países de América Latina y el Caribe y organizaciones sociales. La iniciativa de trabajo conjunto busca fortalecer la capacidad de respuesta de los países y fomentar enfoques integrales a largo plazo.
Durante el encuentro en Colombia, las autoridades educativas compartieron experiencias, visiones y estrategias para enfrentar la violencia en todas sus manifestaciones donde se elevó un llamado a la acción y se definió la hoja de ruta que incluye la creación del programa.
Este espacio marcó el inicio de una agenda de cooperación regional basada en experiencias, evidencia y liderazgos nacionales, con el fin de afrontar los desafíos emergentes en contextos cada vez más complejos, marcados por el cambio climático, los desplazamientos forzados y los conflictos.
El evento incluyó también una jornada con representantes de las Naciones Unidas, sociedad civil, jóvenes y academia, muchos de ellos miembros de la Red Regional de Educación para la Ciudadanía Mundial. Este espacio sirvió para dialogar sobre estrategias de apoyo adaptadas a las realidades locales, que permitan abordar la violencia de manera efectiva y flexible.
Al finalizar la reunión, las autoridades instaron a la UNESCO y sus socios a liderar el desarrollo de un programa de cooperación regional que aproveche la experiencia acumulada de los países de la región. Este llamado a la acción y los acuerdos alcanzados son fundamentales para la participación de América Latina y el Caribe en la Primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra los Niños, que se celebra también en la capital colombiana entre el 7 al 8 de noviembre de 2024. Y los acuerdos de los ministerios de Educación en esta conferencia global asegurarán que las necesidades educativas estén en el centro de las discusiones internacionales sobre la prevención de la violencia.
En palabras de Esther Kuisch-Laroche, directora de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe: “desde la UNESCO, estamos convencidos que ante desafíos compartidos existen soluciones comunes. Mientras algunos países han avanzado en soluciones que integran la adaptación al cambio climático y sus impactos, otros han desarrollado respuestas que abordan la discriminación, el racismo y la xenofobia en contextos educativos. Mientras algunos países han desarrollado políticas intersectoriales de acceso a la justicia, otros han avanzado en la participación significativa de juventudes en el diseño e implementación de políticas.”
“Hoy, la educación en nuestro país y en la región enfrenta grandes retos, especialmente en territorios marcados por las violencias del conflicto armado y por otros tipos de violencias en entornos educativos. Nos satisface que esta Cumbre aborde un mensaje conjunto para enfrentar de manera estructural estas realidades. No podemos permitir que se debilite la fe de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Desde este gobierno, hacemos un llamado a la construcción de una región libre de violencia, donde los niños crezcan en amor y respeto. Sigamos adelante con valentía y solidaridad”, expresó el viceministro de Educación Superior, Ricardo Moreno Patiño.
Para asegurar la pertinencia del programa, la UNESCO coordinará la elaboración de un análisis técnico sobre las causas y características de la violencia en el ámbito educativo, identificando estrategias efectivas para cada contexto. Este análisis incluirá un informe de situación de políticas, experiencias y datos que permitan detectar oportunidades y soluciones para un entorno educativo seguro y transformar en América Latina y el Caribe.
Experiencias de paz
Finalmente, colegios de Bogotá, Tocancipá y Zipacón (Cundinamarca) recibieron a delegados de los países participantes de este evento de prevención de violencias en el contexto escolar, para dar a conocer sus diferentes experiencias en formación integral, con el objetivo de sanar a través del arte, de la cultura, del deporte y la convivencia escolar.
En la Institución Educativa Departamental de Tocancipá se trabaja en el desarrollo de habilidades y talentos con la cultura y el deporte para aprovechar el tiempo libre. A la zona rural de Zipacón, llegó un grupo para conocer de la IERD Cartagena su experiencia de paz y reconciliación, donde la historia reciente toma sentido. Allí, se cuentan con actividades para la protección del ambiente y la generación de alimentos mediante la huerta escolar.
En el Colegio La Giralda de Bogotá se vivió un espacio significativo para la construcción de una cultura de paz, desarrollo integral, y los asistentes conocieron el proyecto Gimnasio socioemocional para promover la convivencia escolar.
Estas experiencias se dan en el marco de la Semana de la Convivencia Escolar para fortalecer la formación integral y la educación CRESE para la ciudadanía, la reconciliación y lo socioemocional, con el fin de unirse al llamado del Día internacional contra la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, que conmemora la Unesco este 7 de noviembre.