En un hecho histu00f3rico para el pau00eds, diez exintegrantes de las FARC iniciaron su labor como congresistas el 20 de julio pasado, gracias al derecho que adquirieron con la firma en 2016 de los acuerdos de paz. El exgrupo guerrillero llega al Capitolio Nacional a inaugurar una nueva forma de hacer polu00edtica, tras permanecer en rebeliu00f3n contra el Estado colombiano por espacio de cinco du00e9cadas. Sus representantes haru00e1n sentir su voz en un riguroso control polu00edtico que haru00e1n desde el Poder Legislativo en estos cuatro au00f1os.
Mu00e1s allu00e1 de la controversia generada por lo pactado en La Habana entre el saliente gobierno de Juan Manuel Santos y la otrora poderosa organizaciu00f3n insurgente, las imu00e1genes de los antiguos comandantes de las FARC ocupando sus curules sin armas y vestidos de civil en el recinto del Congreso constituyen un paso trascendental para el pau00eds en su anhelo de alcanzar algu00fan du00eda la paz integral.

Diez escau00f1os en el Legislativo, cinco en el Senado y cinco en la Cu00e1mara de Representantes, desde los cuales no solo haru00e1n una defensa de los acuerdos negociados en la isla caribeu00f1a, sino tambiu00e9n una u201cfu00e9rreau201d oposiciu00f3n al presidente entrante, Ivu00e1n Duque, quien se ha mostrado partidario de realizar ajustes al texto acordado, incluida la Jurisdicciu00f3n Especial para la Paz (JEP), asu00ed como a implementar un modelo econu00f3mico diferente al que esa exguerrilla pregonu00f3 durante su lucha armada. Pero, u00bfquu00e9 piensan sus colegas de su participaciu00f3n como congresistas y cu00f3mo puede contribuir su presencia a poner fin a la polarizaciu00f3n que vive el pau00eds?
La senadora del Centro Democru00e1tico, Paola Holguu00edn, cree que la intervenciu00f3n de exguerrilleros de las FARC, ahora como miembros de una fuerza polu00edtica, en los debates y discusiones que se den en el Congreso de la Repu00fablica, es un u201cenormeu201d reto para la democracia, la institucionalidad y la tolerancia. Aunque asegura que sus nuevos compau00f1eros obtuvieron las curules por un acuerdo que los colombianos rechazaron en las urnas, considera que lo importante en esta legislatura es u201cgenerar un ambiente que permita sacar adelante todos los proyectos prioritarios del actual gobierno, pero sobre todo recuperar la confianza ciudadana en el Congreso como instituciu00f3nu201d.
Para el parlamentario liberal, Silvio Carrasquilla, la presencia en el Capitolio de quienes un du00eda empuu00f1aron las armas y hoy le estu00e1n apostando a la polu00edtica como alternativa es un mensaje al mundo de que su00ed se puede construir un pau00eds diferente por medio del diu00e1logo y la concertaciu00f3n. u201cPreferimos mil veces tener en el Congreso de la Repu00fablica a los guerrilleros y no verlos colocando bombas contra la poblaciu00f3n civil y atacando nuestros soldadosu201d, como lo hicieron muchas veces en el pasado, seu00f1ala.
La senadora de la Alianza Verde, Angu00e9lica Lozano, estu00e1 convencida de que haber logrado la desmovilizaciu00f3n de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue un u201cbuen negociou201d para el pau00eds, u201cporque se libru00f3 de un actor armado que hizo dau00f1o durante mu00e1s de 50 au00f1os, cambiando sus armas por 10 curulesu201d. El reto que tienen ahora, segu00fan la legisladora, es ejercer con responsabilidad su tarea como congresistas, aunque considera que el desafu00edo mayor de la paz u201ces con los colombianos que han padecido la pobreza, la exclusiu00f3n y corrupciu00f3nu201d.
Pese a los altibajos que ha tenido el proceso, cada vez son mu00e1s las voces que respaldan la participaciu00f3n de la antigua organizaciu00f3n insurgente en la polu00edtica. La senadora conservadora, Nora Brugos, percibe como algo bueno para el fortalecimiento de la democracia la apertura de espacios a otras ideologu00edas, siempre y cuando exista voluntad de paz. u201cQue de verdad haya el deseo de trabajar y ayudar a construir pau00eds de parte de aquellas personas a las cuales el Gobierno les ha dado la oportunidad de volver a la sociedad civilu201d.
Como partido polu00edtico, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Comu00fan (FARC), estrenaru00e1 en esta primera legislatura las garantu00edas que establece el nuevo estatuto de la oposiciu00f3n. Inicialmente, haru00e1 parte del bloque de 50 congresistas de Senado y Cu00e1mara que ejerceru00e1n control polu00edtico al gobierno entrante desde agosto. El grupo, que se denomina u201cbancada por la paz, la vida y la democraciau201d, lo componen tambiu00e9n la Alianza Verde, El Polo Democru00e1tico, la Lista de la Decencia, el movimiento MAIS y la Uniu00f3n Patriu00f3tica (UP).
u201cAhu00ed tienen la oportunidad de realmente demostrar si han estado siempre a favor del pau00eds y si tienen buenas ideologu00edas. Personalmente, estoy de acuerdo que estu00e9n en el Congreso, que discutan con ideas, porque las armas nunca son el camino. Espero que les vaya bien, porque, de lo contrario, no valdru00eda la pena tanta lucha que han dado. Tengo la esperanza de que sean excelentes legisladoresu201d, afirma el senador Jonathan Tamayo Pu00e9rez.
De igual manera piensa su compau00f1ero de bancada, Gustavo Bolu00edvar, para quien la llegada de las FARC al Capitolio significa entrar en una era de civilizaciu00f3n en la que los conflictos se resuelven por la vu00eda polu00edtica. El gran problema, a su juicio, es que no se les estu00e1 cumpliendo con lo pactado en la mesa de negociaciu00f3n, lo que podru00eda tener efectos a futuro. u201cEs ahu00ed donde tenemos que trabajar, por tratar de que se cumplan los acuerdos. Tenemos en las manos un tesoro que estamos desperdiciando, la paz, y no vale la pena dejarlo escapar de las manosu201d, agrega. Se ha conseguido un gran avance con el cierre de cinco du00e9cadas de conflicto armado interno, por lo que, segu00fan el senador de la Alianza Verde, Ivu00e1n Name Vu00e1squez, hay que seguir remando. u201cQuienes estu00e9n interesados en la guerra es mejor que se vayan para otro lado porque Colombia no quiere retornar a ese horrible pasadou201d.
El representante a la Cu00e1mara, Omar de Jesu00fas Restrepo, ve saludable para la democracia su participaciu00f3n como congresista en esta nueva legislatura que comienza. u201cPara nosotros es muy importante, muy significativo, el arranque de este periodo de sesiones, no solamente por nuestra llegada, sino porque este Congreso seru00e1 muy diverso, ya que estaru00e1 integrado por otras fuerzas y tendru00e1 una composiciu00f3n totalmente diferente a como estaba anteriormente, que solamente era representado por los partidos tradicionalesu201d.
Analistas coinciden en que con la presencia de la que en u00e9pocas pasadas fue la mu00e1s numerosa y antigua guerrilla del continente, se puede contribuir a la democratizaciu00f3n de Colombia. Un primer paso ya se dio en las elecciones legislativas del 11 de marzo, cuando las FARC, ya convertidas en partido polu00edtico, alcanzaron mu00e1s de 80 mil votos, 52.374 de ellos al Senado y 32.529 a la Cu00e1mara de Representantes. La gran pregunta que se hacen es si el Estado colombiano seru00e1 capaz de cambiar el rumbo de la historia, impidiendo que ocurra con ese movimiento lo mismo que sucediu00f3 con la Uniu00f3n Patriu00f3tica, que padeciu00f3 el exterminio de mu00e1s de tres mil de sus militantes. La UP naciu00f3 de los fallidos acuerdos de paz entre el grupo guerrillero y el entonces gobierno de Belisario Betancur, a mediados de la du00e9cada de los 80.
