abril 18, 2024
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En Barranquilla, la ministra, María Isabel Urrutia, acompañó en homenaje a Helmut Bellingrodt

A cinco décadas de la primera medalla de Colombia en unos Juegos Olímpicos, Barranquilla abrió sus puertas para hacerle un homenaje a su hijo pródigo, Helmut Bellingrodt, quien hizo que, en 1972, toda una nación vibrara al son de sus disparos. En la Casa Catinchi, ubicada en la Plaza de la Paz, donde solo se atienden personajes ilustres, se reunieron la ministra del Deporte, María Isabel Urrutia; la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera; el presidente del Comité Olímpico Colombiano, Ciro Solano y familiares del exdeportista.


“Los homenajes se deben hacer en vida, y hoy es una gran oportunidad para reconocer el trabajo hecho por Helmut Bellingrodt, hace 50 años, quien puso el nombre de nuestro país en el ámbito mundial gracias a su medalla, este tipo de logros crea íconos en los que todos nos hemos basado para trabajar. Es la forma en la que queremos llegar a la juventud colombiana. Demostrando que cuando hay esfuerzo y disciplina se pueden alcanzar los objetivos”, destacó la ministra Urrutia Ocoró, quien 28 años después de la medalla del tirador se convertiría en la primera atleta colombiana en colgarse un oro olímpico.

Por su parte, la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, destacó que personajes como Bellingrodt merecen más que una condecoración. “Han pasado 50 años de un momento de gloria para el país, nada más y nada menos que la conquista de la primera medalla olímpica en la historia de Colombia. Hoy le rendimos un cálido homenaje, exaltándolo por su permanente compromiso y apoyo al deporte en Colombia y el Atlántico. Bellingrotd es un ejemplo para las nuevas generaciones del deporte atlanticense, con su esfuerzo, dedicación y profesionalismo marcó el camino del historial de medallas olímpicas para nuestro país”, resaltó.

Helmut Bellingrodt, hecho a punta de disciplina, dedicación y esfuerzo, recordó con nostalgia la preparación que tuvo para lograr subirse al podio en Múnich 1972. “Fue un trabajo arduo, mi papá siempre fue estricto con la preparación y eso se vio reflejado en la competencia. Porque él me decía que no le pusiera cuidado a los demás competidores, sino que me centrara en mi fortalezas y en la participación. Sabía que iba bien, pero fue hasta que escuché a Édgar Perea gritar: “¡Qué viva Colombia, tenemos medalla!”, no sabía en qué posición estaba”.

En la modalidad de tiro al jabalí, fue la prueba, en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, en la que Helmut Bellingrodt logró subirse al segundo escalón del podio y colgarse una medalla de plata, que no solo se convirtió en la primera para Colombia sino que fue con la que empezó a escribirse, con letras doradas, la participación olímpica del país que hasta la fecha suma 34 metales (cinco de oro, 13 de plata y 16 de bronce).

Cortesía de Mindeporte.