Aunque los expertos ven poco probable que se presente un fenómeno meteorológico como el registrado en España, particularmente en la ciudad de Valencia, el cual dejó más de dos centenares de muertos y cuantiosos daños materiales por las intensas lluvias e inundaciones que causó la DANA en territorio europeo, Colombia debe estar preparada para eventos atmosféricos similares que se pueden generar por el acelerado cambio climático que afecta al planeta, sin excepción.
Introducción:
Sin que haya hecho presencia aún el fenómeno de La Niña, que se esperaba para el tercer trimestre de este año, más de 20 departamentos colombianos fueron declarados en alerta roja por las fuertes lluvias que cayeron en las últimas semanas. Las emergencias afectaron principalmente a regiones del norte del país y del Pacífico, como el Chocó, donde cientos de hectáreas, animales y enseres fueron anegados por el desbordamiento de ríos y quebradas.
Las inundaciones llevaron al Gobierno del presidente Gustavo Petro a declarar la situación de desastre nacional en todo el territorio colombiano para atender a los miles de damnificados. Con la medida se busca facilitar la movilización de los recursos necesarios para mitigar los efectos negativos de las intensas precipitaciones en algunas zonas del país suramericano, y de sequía en otros lugares, donde las altas temperaturas se mantienen.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, en más de la mitad de los departamentos de Colombia, de los 32 que lo conforman, se registraron deslizamientos de tierra y avalanchas por las torrenciales lluvias que cayeron a finales de octubre y durante el mes de noviembre, especialmente en regiones de Antioquia, Santander y Chocó.
Bogotá, la capital del país, no fue ajena a los estragos climáticos presentados en las últimas semanas, con inundaciones de vías, caída de árboles y traumatismos en la movilidad. En el principal centro urbanístico de Colombia, las autoridades pusieron en marcha un plan de limpieza de alcantarillas y sumideros para evitar anegaciones mayores, lo que permitió extraer un número importante de basura y residuos.
¿Qué pasa con el evento de La Niña?
De acuerdo con la entidad, ya se comenzaron a sentir los efectos de La Niña, aunque explicó que en esta ocasión los modelos estadísticos indican que el fenómeno será débil y de corta duración. “Aunque el océano empiece a enfriarse y presente condiciones de Niña, no se hace una declaratoria hasta tanto no esté consolidada y, por protocolo técnico, se espera que esas condiciones se mantengan durante cinco trimestres móviles, que equivalen a cinco meses normales”, declaró a periodistas Ghisliane Echeverry, directora general del Ideam.
En consecuencia, las lluvias que golpearon al territorio colombiano, particularmente en octubre y noviembre, fueron atribuidas a un comportamiento normal de la época. En opinión de los expertos, el fenómeno que afectó a España no se presentará en Colombia, pero el país suramericano sí debe estar preparado para mitigar el impacto de variaciones climáticas, o, de otros eventos naturales como avalanchas, granizadas, marejadas, tormentas eléctricas o heladas, entre otros.
Un desastre que conmovió al mundo
El 29 de octubre, Valencia vivió una de las peores tragedias naturales de su historia, cuando DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) provocó fuertes lluvias, inundaciones y vientos huracanados que dejaron al menos 224 muertos y 32 desaparecidos. Este hecho no solo tuvo repercusiones humanas y materiales, sino que también desató mal
estar entre sus habitantes por el manejo errático que le dieron las autoridades de la zona a la emergencia. Y es que tras el evento natural, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, fue duramente criticado por su falta de previsión y de acción oportuna.
Los cuestionamientos se extendieron también al gobierno español, presidido por Pedro Sánchez, quien fue señalado de inacción por los afectados. La demora en la coordinación de los esfuerzos de emergencia, la falta de comunicación eficaz y la negativa a aceptar ayuda externa han alimentado el descontento de la población valenciana, que ha expresado su frustración tanto con el gobierno regional como con el central.
¿Qué es la DANA?
Es una depresión aislada que se caracteriza por una baja en la presión de los niveles de la atmosfera, producto de la interacción del aire frio con el aire caliente, lo que hace que se generen precipitaciones y tormentas. En casos extremos, como el de Valencia, se registraron fuertes inundaciones y vientos excesivos. En esa zona de España este fenómeno es más común que en el resto del mundo, debido a la combinación del aire cálido y húmedo procedente del mar Mediterráneo. También, la DANA se le atribuye al cambio climático, por las altas temperaturas en el mar, con mayor frecuencia de lo normal, las cuales ocasionan cambios repentinos.
Fracaso en la atención del desastre
Antes de que ocurriera el fenómeno, la Agencia Estatal de Meteorología llevaba varios días anunciando la llegada de fuertes lluvias a la ciudad de Valencia. El 29 de octubre, la entidad declaró alerta roja. De la misma manera, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat emitió su propio aviso. Sin embargo, a pesar de las advertencias emitidas no se ejecutaron acciones preventivas, ni evacuaciones.
Cabe destacar que la ciudad tiene dos zonas propensas a este tipo de desastres. La primera, aquella que colinda con la Ribera del Júcar, la cual suele estar preparada para hacer frente a las inundaciones, donde no se reportaron víctimas por el paso de DANA en comparación a las registradas en otros sectores cercanos. Mientras tanto en la Rambla del Poyo se presentaron más de dos centenares de muertos, por la falta de acciones prioritarias por parte de las autoridades.
Reunión de CECOPI
A pesar de que la emergencia ocurría desde horas de la mañana, la reunión en el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI), organismo encargado de atender ese tipo de eventos, se realizó a las 5 de la tarde. En está se presentaron la consellera valenciana de justicia, Salomé Pradas y el secretario autonómico de emergencias de Valencia, Emilio Argüeso Torres, además de directores generales e instituciones implicadas como la Confederación Hidrográfica del Júcar, los cuerpos de seguridad del estado, la diputación de Valencia y el cuerpo de bomberos. Pero, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, no hizo presencia en el lugar sino hasta a las 7:30, es decir, hora y media después del inicio de la reunión. A las 8:20 de la noche se envió el mensaje de alerta a la población civil, momento en el que las líneas de emergencia ya estaban colapsadas. Ese día, se recibieron 25.000 llamadas, atendidas por un equipo de apenas 20 personas.
Rechazo a la ayuda de Cataluña y Francia
Habría que agregar también, que el despliegue del ejército no fue solicitado, sino después de 48 horas de que se iniciara la emergencia, cuando el número de muertes ya pasaba el centenar. De igual manera, la Generalitat Valenciana rechazó la ayuda de Cataluña y Francia, país último que proponía enviar 200 bomberos de apoyo con urgencia ante la situación que se estaba presentando en territorio español.
Visita de los reyes de España
Cuatro días después de registrada la tragedia por el fenómeno meteorológico, llegaron a la ciudad de Valencia el rey Felipe VI, la reina Letizia y el presidente español, Pedro Sánchez. A pesar de su presencia en la zona afectada, no fueron bien recibidos ya que la comunidad les reclamó de manera airada por la falta de acciones para atender el desastre natural a tiempo. La situación fue de tal inconformismo, que un grupo de personas insultó y lanzó barro y objetos dañados por la DANA al monarca y sus acompañantes, quienes debieron ser evacuados del lugar por las autoridades españolas para garantizarles seguridad y protección.