Pavel Durov, el multimillonario franco-ruso de 39 años y fundador de la plataforma de mensajería Telegram, fue arrestado el sábado por la noche en el aeropuerto Paris-Le Bourget. La Agencia Francesa de Prevención de la Violencia contra Menores (OFMIN) emitió una orden de arresto contra Durov como parte de una investigación preliminar que abarca varios delitos, incluyendo: fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y promoción del terrorismo. Las autoridades sospechan que Durov no tomó las medidas necesarias para evitar el uso criminal de Telegram.
Según fuentes cercanas al caso, el arresto podría prolongarse hasta 96 horas por un juez de instrucción mientras se llevan a cabo las investigaciones. Tras este período, el empresario podría ser liberado o presentado ante el magistrado con vistas a una posible acusación formal.
En respuesta a la situación, Telegram emitió un comunicado el domingo por la noche defendiendo a su director ejecutivo. “Telegram cumple las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales sus políticas de moderación están alineadas con los estándares de la industria” y añadió que consideraba “absurdo” responsabilizar a la plataforma o a su propietario por los abusos cometidos en la misma.
Adicional a la defensa de su equipo, en abril Durov declaró en una entrevista que la creación de Telegram fue una respuesta a las presiones del gobierno ruso y actualmente cuenta con más de 900 millones de usuarios activos.
La aplicación que se estableció como una alternativa a las plataformas de mensajería estadounidenses criticadas por su explotación comercial de datos, ha enfrentado críticas por su política de no revelar información de usuarios y por permitir la existencia de grandes grupos en su plataforma, lo que ha facilitado la propagación de información falsa y contenidos extremistas.