El diplomático estadounidense habló sobre la salida de la plataforma del país y sus implicaciones, en términos laborales y económicos.
El pasado 1 de febrero la compañía dejó de funcionar en Colombia, debido a la normatividad impuesta por La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Según la entidad, Uber cometía varias irregularidades, entre estas, la competencia desleal.
Frente a esto, el embajador expresó en un foro de empresarios: “Nos preocupa que una empresa tenga que cesar sus operaciones mientras sus operadores siguen haciéndolo aparentemente en el mismo modelo de negocio. Miles de trabajadores y consumidores se verán afectados negativamente”.
Además, afirmó que la plataforma se encuentra en el marco de lo judicial y que las empresas deben encontrarse en un nivel justo y equitativo.
Por su parte, el director de la empresa, George Gordon, aseguró que el gobierno colombiano debe crear una solución que permita a Uber competir con otras plataformas, ya que consideran que la situación es discriminatoria, al ser la única expulsada del país.
También, reiteró que en los demás países donde se ha establecido la multinacional, se han logrado compromisos y regulaciones para legalizar la situación. Gordon manifestó que está dispuesto a establecer un acuerdo con el gobierno colombiano para que la aplicación pueda regresar al país a prestar su servicio.