El presidente de Colombia, Iván Duque, advirtió este miércoles que una eventual captura del líder opositor venezolano, Juan Guaidó, a quien más de 50 países reconocen como mandatario interino del vecino país, sería un “grave quebrantamiento” del orden institucional.

“Creo que una detención de Juan Guaidó sería un grave, grave quebrantamiento del orden institucional, porque Juan Guaidó fue elegido presidente interino por la Asamblea Nacional” venezolana, aseguró el gobernante colombiano, quien rechazó la anulación de su fuero parlamentario.

Colombia hace parte del bloque de países que, a través de la presión internacional contra el régimen de Nicolás Maduro, buscan el restablecimiento de los canales democráticos en la vecina nación. “Todos los países del Grupo de Lima tenemos que pronunciarnos enfáticamente y tenemos que convocar también una reunión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos (OEA) si eso ocurre (la detención) porque no pueden seguir más los atropellos en Venezuela”, dijo Duque.

El mandatario desestimó, además, las afirmaciones de algunos gobiernos, en el sentido de que el interés de Colombia frente a la situación de Venezuela sea “una batalla geopolítica”.

Enfatizó, en cambio, que “aquí lo que tenemos claro es que el sistema interamericano, que empieza desde Canadá y termina en la punta de Suramérica, está unido en la defensa de la Carta Democrática Interamericana suscrita por todos, para que no haya ningún país que sea oprimido por la dictadura”.

Al intervenir en la Asamblea Anual de Afiliados de la Cámara de Comercio Colombo Americana, el jefe de Estado insistió en que la causa común de los países que se preocupan por la situación de Venezuela “no son intereses, como dicen algunos. No. Son principios y son valores”.

“Tenemos que reiterar que los países del Grupo de Lima y los países que integramos la Organización de Estados Americanos (OEA) tenemos un deber ético y moral irrenunciable, como es apoyar al pueblo venezolano para que cese la opresión”, agregó.

Aseguró que hay un deber de “apoyar al pueblo venezolano que ha salido con frío en los huesos, con hambre, con desolación, buscando refugio en nuestro país”, y que Colombia, a pesar de las dificultades, los ha atendido porque “creemos que también es nuestro deber moral acudir en su auxilio y no dejarlos perecer”.

Por eso, recordó que en esa causa “estamos unidos con los Estados Unidos y con muchos más países y no vamos a claudicar”, y dejó claro que “aquí no se trata de una apuesta a ver cuándo es que se cae (Nicolás) Maduro. No, aquí de lo que se trata es cómo vamos a recuperar la estabilización de Venezuela y lograr la transformación social de ese país, que también es una gran apuesta para Colombia y para todos los países del continente”.