Para 2070 se proyecta que la población en edad escolar se reduzca al 13,9%, comparado al 25% que registra en 2024
En los últimos 6 años, cerca del 12% de las sedes educativas del país (privadas y oficiales) se reportaron en estado de cierre. La matrícula en educación preescolar, básica y media en 2023 se ubicó en 9.5 millones (la más baja del periodo), representando una caída del 1,9% con respecto al 2022 (que se ubicó en 9.7 millones), la reducción más alta de los últimos años. Según estudios que el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana realizó sobre las proyecciones poblacionales y estadísticas vitales del DANE, y del Sistema Integrado de Matrícula (SIMAT) del Ministerio de Educación Nacional para indagar sobre la situación y relación entre el cierre de colegios y la transición demográfica nacional en los últimos años, principalmente para el periodo 2010 a 2023, se encontró que en el 2023 se registró la cifra más baja de nacimientos en Colombia de los últimos doce años, con 510.748 nacimientos, lo que representó una caída del 11% frente al 2022, pero del 24,5% al compararlo con el 2012. Además, al analizar las proyecciones poblacionales, mientras que en la década de los 50 y 60 el 20% de la población en Colombia tenía menos de 6 años, para el 2024 tan solo el 8,4% hace parte de ese rango etario; y, mientras que en el 2000 el 35,9% de la población nacional tenía 16 años o menos, para el 2024 este porcentaje se redujo en 11 puntos porcentuales (pp) alcanzando tan solo el 24,9%. Para 2070 se proyecta que la participación se reduzca al 13,9%. Reducción en índices de Matrículas escolares Por el lado de la matrícula en educación preescolar, básica y media en 2023, se ubicó en 9.5 millones (la más baja del periodo), representando una caída del 1,9% con respecto al 2022 (que se ubicó en 9.7 millones), la reducción más alta de los últimos años. En cuanto al cierre de establecimientos educativos, los investigadores encontraron diversas fuentes de información que indicaron el número de colegios cerrados, inactivos o liquidados. Una de las fuentes, a partir de un derecho de petición al Ministerio de Educación (MEN), reportó que, en los últimos seis años, 6.263 sedes educativas han cerrado, de las cuales, 2.446 (el 39,1%) son privadas y 3.817 (el 60,9%) son oficiales. Esta cifra representa cerca del 12% con relaciona al universo de sedes educativas en el país. Pero esta cifra no llega a la del 2021, época de pandemia, que registró la mayor cantidad de colegios cerrados en el periodo. Infraestructura Por otro lado, los analistas encontraron que, según las cifras 2019-2023 con base en el Censo de Educación Formal C600 del DANE, el número de sedes educativas entre el 2019 y 2023 se redujo un 0,7%, equivalente a 379 sedes educativas menos. Asimismo, analizaron el número de sedes, según novedad registrada de “inactivas” o “liquidadas”, y notaron que en el 2023 había al menos 3.021 sedes educativas que no se encuentran funcionando, de las cuales, 1.033 son no oficiales (el 9,8%) y 1.988 oficiales (el 4,4%). “A nivel mundial se ha registrado el fenómeno de menores nacimientos, por tanto, si hay menos nacimientos, hay menos niños y niñas, lo que impacta en una menor demanda educativa, reducción de la matrícula, afectación en los ingresos de los establecimientos educativos, que, finalmente, se traduce en cierre de colegios en muchos casos. Bajo este panorama, es importante que el sistema educativo se prepare ante los diversos retos y oportunidades que traiga este fenómeno.” Afirma Gloria Bernal, directora del LEE de la Javeriana. El hecho de que en términos generales, la matrícula en educación regular registre en los últimos catorce años un comportamiento de forma continua a la baja acompañada de menores nacimientos en el país y de cambios en la forma de percibir o concebir a la educación tradicional por parte de los padres de familia, ha venido produciendo una situación difícil para los establecimientos educativos, pues sin dudas, los ingresos obtenidos por matrícula y otros servicios se han reducido ante la menor demanda educativa. Cuando estas se convierten en recurrentes o de largo plazo, obliga al cierre del establecimiento. “Este cierre produce efectos negativos directos como el hecho de que parte o todo el personal docente y administrativo quede desempleado o en el mejor de los casos, sea reubicado; así como indirectos como el que tendrá niños, niñas y adolescentes que están dentro del sistema educativo, en el sentido que, si no existe otro establecimiento similar o cercano al lugar de residencia del estudiante, estos presenten altas probabilidades de no volver al colegio, y con ello, se incremente la deserción escolar.” Se lee en el informe.