La resolución restringirá el consumo del cigarrillo tradicional y electrónico en áreas ambientales, parques distritales y zonas protegidas, así como sanciones para quienes sean encontrados arrojando las colillas de tabaco al piso.
El proyecto fue implementado en la administación de Enrique Peñalosa y ahora será la alcaldesa Claudia López quien tendrá la responsabilidad de llevar a cabo esta iniciativa de manera efectiva.
El documento aclara que sólo será permitido fumar cigarrillo si el establecimiento público o comercial tiene los recipientes para depositar allí los residuos de las colillas y que próximamente, a través del esquema de aseo de Bogotá, se pondrá en funcionamiento los “gray points o puntos grises” para evitar así la contaminación ambiental, pues de acuerdo con el documento expedido por la Secretaría de Ambiente cinco millones de colillas terminan en el suelo y 943.000 personas fuman en la ciudad.