David Barguil
Representante a la Cámara, Partido Conservador
Con bastante preocupación denunciamos esta semana que la Comisión de Regulación de Comunicaciones pretendía sacar una resolución en la que se abría la puerta para revivir las cláusulas de permanencia. Afortunadamente, el director de la CRC, Germán Arias, escuchó nuestras preocupaciones y se comprometió a no resucitar las cláusulas que tanto nos costó eliminar de la telefonía móvil, hecho que ha beneficiado enormemente a los colombianos.
En el año 2011, realicé un debate de control político en el cual demostré que en Colombia muchas industrias abusan de su posición dominante y esto se refleja en la falta de competencia y la monopolización en algunos sectores como el del cemento, insumos agrícolas, medicamentos y telefonía móvil. Frente a este último sector, mostramos que en el país existían tres operadores celulares que directa o indirectamente importaban casi la totalidad de los equipos que se vendían, poniéndoles el precio que querían y afectando, finalmente, a los usuarios.
Radicamos, entonces, el proyecto de ley 161 de 2012 con el que propusimos que se fomentara la competencia en los servicios de comunicaciones, eliminando las cláusulas de permanencia, pues descubrimos que los operadores estaban abusando de dicha figura para aprovecharse de sus clientes. Nos dimos cuenta que en otros países ya no tenían cláusulas de permanencia y, si existían, las reglas del juego eran completamente diferentes. Por ejemplo, el IPhone 5, un teléfono muy apetecido en ese momento, era vendido en Colombia a $1’252.000 con planes mayores a $219.000 mensuales, mientras que en Chile el mismo operador vendía los planes del IPhone 5 por los $200.000 mensuales, con una cláusula de permanencia de 24 meses, pero la gran diferencia era que allá el celular les salía completamente gratis.
Nos llovieron meteoritos por parte de Asomovil y los operadores amenazaron con subir los precios de los celulares de gama alta hasta un 48%. Pero mentían, pues en ese momento era prácticamente imposible que el precio de los equipos aumentara más. Muestra de ello es que el Samsung Galaxy S4 tenía un sobrecosto de más del 30% frente al precio que ofrecían reconocidas tiendas online en cualquier parte del mundo. Además, existían abusos como las cargas limitadas y por minutos, donde si un usuario cortaba la llamada a los 10 segundos, igual le cobraban el minuto entero. En realidad, las cláusulas de permanencia no estaban sirviendo para subsidiar ni ayudar a los usuarios con cómodos intereses, sino para atarlos con contratos interminables.
“Ahora bien, con sorpresa nos enteramos y denunciamos esta semana que la CRC abría la posibilidad en una nueva resolución de revivir las cláusulas de permanencia”
Al estudiar las ventajas que traería nuestro proyecto, la CRC decidió adoptarlo y expidió la resolución 4444 de 2014, con la cual quedó prohibido “el establecimiento de cláusulas de permanencia mínima en los servicios de comunicaciones móviles”. Al poco tiempo se empezaron a ver los resultados, los precios de los celulares se redujeron hasta un 46% y cambió la modalidad de facturación de minutos a segundos, dándoles muchas más opciones a los usuarios. Los operadores se vieron obligados a competir y ofrecer nuevos descuentos a sus clientes.
Incluso, pese al efecto que tuvo el aumento del dólar que incrementó los precios de los celulares a nivel mundial, en Colombia dicho aumento se produjo a menor velocidad debido a la competencia entre operadores por mantener a los usuarios. La misma CRC ha señalado en sus informes de monitoreo que la eliminación de las cláusulas de permanencia ha generado más ofertas, planes y formas de financiación de los teléfonos, traduciéndose en mejores tarifas de minutos, datos y equipos. Según Fenalco, hoy en el mercado hay entre 22 y 25 marcas que distribuyen smartphones -entre ellas grandes superficies, almacenes de cadena y páginas de internet-, antes de la resolución 4444 no había más de 10 marcas.
Ahora bien, con sorpresa nos enteramos y denunciamos esta semana que la CRC abría la posibilidad en una nueva resolución de revivir las cláusulas de permanencia, argumentando que en Colombia hay un rezago respecto a otros países en la penetración de internet móvil, diagnóstico que desconoce el principal problema que es el atraso existente en materia de infraestructura, redes y antenas. Por supuesto, pusimos el grito en el cielo y anunciamos que nos opondríamos a que los operadores tuvieran de nuevo vía libre para ponerles condicionamientos a los usuarios que quisieran adquirir equipos 4G. No permitiremos, bajo ninguna circunstancia, que los colombianos tengan que soportar otra vez una venta atada y un plan de datos obligatorio ligado al pago de su celular.
Afortunadamente, el director de la CRC escuchó nuestras preocupaciones y se comprometió a aclarar en el texto de la nueva resolución que no revivirán las cláusulas de permanencia, lo cual nos da un parte de calma, pero no estaremos completamente tranquilos hasta que salga la resolución final y esté expresamente consignado el siguiente parágrafo: <<en los contratos de prestación de servicios móviles no se pueden pactar cláusulas de permanencia mínima>>. No debe haber lugar a ninguna ambigüedad que pueda ser aprovechada por los operadores para amarrar a sus clientes.
Eso sí, acompañaré a la CRC en sus esfuerzos para que bajen los precios de los equipos de alta gama, bajo el entendido que si el usuario pacta un plan podrá retirarse cuando quiera.
A pesar de que algunos han tratado de satanizar la eliminación de las cláusulas de permanencia, la verdad es que las cifras hablan por sí solas y demuestran que hoy los usuarios deciden con mayor libertad qué equipo y qué servicio se ajusta más a su presupuesto y a sus necesidades. Nuestra lucha contra los gigantes sigue en pie y nunca nos va a temblar la voz para denunciarlos. Enfrentarse a un gigante, como los grandes operadores de la telefonía móvil, no es fácil, pero nuestra responsabilidad es seguir defendiendo el bolsillo de los colombianos.