La Calera una gestión bien hecha
Aunque los tres años de Ana Lucía Escobar Vargas a cargo de la Alcaldía de La Calera no han sido nada fáciles y hay batallas que han tenido que ser sorteadas en todos los frentes de la administración, a un año de que concluya su gestión, la mandataria se destaca por ejecutar obras de infraestructura, así como por desarrollar políticas enfocadas en la inclusión social y en proyectos culturales que han mejorado de manera significativa la vida de los calerunos.
Cuando la alcaldesa de La Calera asumió el pesado trabajo de llevar las riendas del municipio que la vio nacer, un periodista le preguntó con qué palabra le gustaría que recordaran su administración. Su respuesta en aquel entonces fue: gestión. Ella quería que pensaran en su legado como el de alguien que supo gobernar una región a la que conoce como la palma de su mano.
“Yo me atrevo a decir, y lo digo con humildad, que logré ser una alcaldesa gestionadora que supo administrar. Mi oficina logró llevar a cabo una serie de obras de infraestructura, todas ellas apalancadas por el Gobierno departamental y por el Gobierno nacional, y eso solo se consigue haciendo algo que yo hice con rigor y disciplina: planteando los proyectos de la mejor manera posible y tocando puertas para ejecutarlos”, señala la mandataria.
Obras como la restauración de la capilla, la construcción de kilómetros de vías hechas en asfalto en las veredas (gestión realizada de la mano con el Ministerio del Interior), la adquisición de una ambulancia nueva para el municipio y la elaboración de un plan maestro de acueducto y alcantarillado, son apenas algunas de las estrellas que han brillado en su gestión.
Así mismo se arreglaron escenarios deportivos, se construyeron 3.600 metros de placa huella, andenes, parques y mejoramientos en dos infraestructuras educativas y se concluyó la construcción de la segunda etapa de la escuela Juan XXIII. Adicionalmente se terminaron de construir varios salones comunales en la vereda El Cerro y se mantuvieron las vías con ayuda de las juntas de acción comunal.
Pero más recientemente la administración de Escobar, por sí había alguna duda sobre la excelente gestión que la ha caracterizado, por segundo año consecutivo se hizo acreedora del Premio en La Excelencia en Contratación, otorgado por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, quien se refirió a este galardón como “el premio Nobel a las buenas prácticas al interior del departamento”.
“Este es un logro del cual deben estar orgullosos todos los calerunos, ya que deja en evidencia la honestidad y rectitud de la administración en todos sus quehaceres, especialmente en materia de contratación”, expresó en aquel momento la alcaldesa.
Pero hay otras cuatro grandes cosas que van más allá de la infraestructura que han impactado positivamente la vida de los habitantes de La Calera y que han hecho de este, un municipio más incluyente. Por una parte, están las once políticas públicas enfocadas en el bienestar social de la ciudadanía y por la otra, los programas culturales que han sensibilizado a la juventud.
En una tercera medida, esta alcaldía impulsó también campañas de empoderamiento para desarrollar y fortalecer el sector campesino de la región, y se enfocó en sacar adelante la construcción de un ecoparque que incentivará el turismo al máximo y que, de acuerdo con Escobar Vargas, será el futuro del municipio que hoy gobierna.
Cimentando inclusión social
Gran parte de la importancia que Ana Lucía le ha dado al bienestar de los residentes de La Calera ha radicado en que ella nació y creció allí y conoció las problemáticas y sus necesidades desde muy niña. Es por eso que, al asumir el cargo en 2016, la alcaldesa se propuso sacar adelante 14 políticas públicas (de las cuales once ya están del otro lado) enfocadas en el bienestar social y la inclusión y entre las que figuran programas de discapacidad, cultura, infancia, adolescencia, mujer y género.
“Todo el desarrollo de nuestros temas sociales está enfocado en eso: en alcanzar una Calera incluyente. Nosotros nos trazamos sacar adelante 14 políticas públicas y cuando lo hicimos, ese número nos dio susto porque pensamos que éramos muy osados. A la fecha hemos entregado once y solamente nos quedan tres”, que planean sacarse este año, según la alcaldesa.
La cultura, vehículo de civismo
La alcaldía de Ana Lucía, una mujer apasionada por el arte que creció en una casa de músicos, abrió varias escuelas de formación artística y apoyó los programas existentes en esa materia, con el objetivo no solamente de educar a futuros músicos, sino de hacer a las personas más buenas y sensibles. Es así como en la actualidad existen dos iniciativas que han demostrado su efectividad, especialmente en la población joven del municipio.
La Calera Canta es un programa de educación vocal en el que se encuentran vinculados 1.700 niños de las veredas, y el Festival de la Luna Azul es un espacio que rescata todos los valores musicales, folclóricos y rítmicos de Colombia. Esta última actividad, les permite a los menores estudiar durante todo el año la herencia nacional en clase de español, para luego hacer demostraciones artísticas en el evento.
“Para estos programas nosotros tenemos profesores de música y de educación vocal en todas las veredas y su impacto social ha sido magnifico. Hoy yo me encuentro con mamás que me dicen: mi hijo es un rebelde que no estudiaba y desde que está en La Calera Canta es más disciplinado, ama la vida, ha dejado las drogas.. Este es mi gran abanderado, además del Festival de la Luna Azul, porque ha rescatado juventud”, agrega.
Fortaleciendo la fuerza campesina
A través de la Secretaría del Medio Ambiente la alcaldía ha llevado a cabo programas de fortalecimiento para llegarle a los trabajadores del campo e impulsarlos a que mantengan sus cultivos. Tras destacar que La Calera es un municipio verde y agrícola que vive de la papa, del ganado y de la siembra de hortalizas, la actual administración está trabajando por mantener la fuerza campesina.
“La deserción del campo a la ciudad es un hecho muy lamentable y es una realidad. Estamos hablando de gente que ha olvidado que hay que hacer la huerta, que hay que desarrollar la apicultura, un programa grandísimo que retomamos porque el municipio se había caracterizado por sus apicultores. Eso es lo que nuestros programas incentivan y fortalecen: la finca sostenible en La Calera”, afirma la alcaldesa.
Impulso al turismo
Sobre el turismo, un musculo productivo del municipio de La Calera, hubo un hecho que no fue exclusivo de la alcaldía (aunque se gestionó de manera conjunta con la misma) que pese a generar traumatismo inicialmente, ha sido excelente para la región: la construcción de la vía al peaje que ha hecho que los visitantes de Bogotá llegue con más facilidad a esa localidad situada muy cerca de la capital.
Otro de los grandes proyectos que se viene desarrollando es el parque San Rafael. “Este es el futuro de nuestro municipio y ahí está el futuro del turismo en La Calera. Muchos no lo interpretan así por temas medioambientales, pero este es un parque ecológico diseñado para respirar, para caminar, para que la gente acceda en bicicleta y no en carro. Yo sé que el tiempo nos dará la razón y nos va a implicar cosas muy buenas”, asegura la mandataria.
La alcaldesa admite que no esperaba que fuera tan difícil hacer gobierno y sacar adelante una agenda programática, pero habiéndolo vivido y experimentado desde el cargo, está convencida de que a las mujeres no se les da el posicionamiento que deberían tener en la arena política, especialmente desde los pueblos en donde hay un marcado machismo del que según dice, fue víctima.
Frente a las elecciones regionales que se celebrarán en octubre próximo, la mandataria no duda en recomendarles a quienes se postulen para ocupar una alcaldía, que “tengan valentía y tenacidad, que son dos cosas que se necesitan para enfrentarse a este reto porque no es fácil. Una cosa es la campaña política y otra muy distinta es asumir el cargo. Conozcan los temas, conozcan la realidad en la que queda el municipio para no prometer lo imposible y tengan pasión por el servicio porque eso es lo que nos impulsa a no desfallecer”, finaliza diciendo.