El viceministro de Protección Social, Luis Alberto Martínez, intervino en el cierre del diálogo convocado por las organizaciones de la sociedad civil para analizar los aspectos centrales del proyecto de reforma a la salud y resolver las inquietudes de la audiencia académica y médica concentrada en el hotel Tequendama.
Entre los temas abordados, se incluyó una agenda en la cual se analizaron las dificultades financieras de las EPS, el déficit hospitalario, la asignación de recursos de la nación a los territorios y las complejidades mediáticas que enfrenta la iniciativa. El viceministro aseguró que, de lograrse su aprobación, la implementación será gradual y en todo momento se mantendrá la capacidad operativa, técnica y financiera del sistema.
“Los derechos humanos no se conquistan ni se materializan de la noche a la mañana ni las trasformaciones sociales se dan de un momento para otro; son procesos que implican una transición”, sostuvo, tras indicar que la reforma a la salud busca materializar el bloque de constitucionalidad que ya existe en el país.
Hay alternativas
“El proceso requiere, por supuesto, una alta rigurosidad técnica, administrativa y financiera, que debe estar articulada con la decisión política que se plasmó, primero en las urnas y luego en un plan de gobierno”. Frente al complejo trámite que enfrenta la reforma, aclaró que también existe la opción de ser pragmáticos y no hacer nada, no presentarla ante el Congreso ni someterla a los debates reglamentarios que se requieren para convertirla en ley de la República.
“No hacemos nada, ni presentamos esta reforma y dejamos que todo transcurra, como ha sido hasta ahora. Es una opción. Con un equipo de análisis y estudio del ministerio, y el acompañamiento de otros profesionales, hicimos un ejercicio de simulación y encontramos que en dos años la liquidación masiva de EPS sería importante, y otra vez estaríamos ante el traslado masivo de usuarios [graves vulneraciones al derecho fundamental a la salud y la inviabilidad fáctica del sistema]. El estado de las finanzas y la falta de capitalización de las EPS, plantearían un escenario muy complejo. Pero no hacer nada siempre será una opción”.
La otra alternativa que tenemos, es preguntarnos qué podemos hacer para mejorar el sistema y para hacerlo más incluyente, analizar, diagnosticar y proponer una transformación profunda que mejore las condiciones de salud tanto de las personas como del modelo vigente.
Tomado del Ministerio de Salud y Protección Social.