Este miércoles, el embajador de Colombia en Argentina, Camilo Romero, tiene previsto presentar su carta de renuncia a su cargo. Esta decisión, que ya se anticipaba según fuentes cercanas al funcionario, responde a la intención de evitar cualquier tipo de inhabilitación que pudiera surgir en su camino hacia las elecciones presidenciales de 2026.
Aunque la dimisión de Romero será formalizada hoy, su desvinculación efectiva de la embajada no se hará hasta marzo. Este retiro se llevará a cabo un año antes de las elecciones parlamentarias y las consultas interpartidistas, programadas para la selección de los candidatos únicos.
Cabe destacar que esta es la primera renuncia de un embajador en medio de la creciente presión de varios funcionarios diplomáticos, quienes han manifestado su intención de apartarse de sus cargos para poder aspirar a posiciones políticas el próximo año. En el caso de Romero, su objetivo es participar en una consulta de centro izquierda, junto a otros candidatos afines, con el fin de definir un aspirante único para la primera vuelta presidencial de mayo de 2026.
Según fuentes cercanas, Romero podría contar con el apoyo de congresistas y aliados estratégicos tanto del Pacto Histórico como del partido Alianza Verde. Estos respaldos provienen de sectores alternativos que lo han acompañado en proyectos anteriores. Además, se espera que en los próximos días otros embajadores y funcionarios del Gobierno Nacional sigan el mismo camino, presentando sus renuncias para considerar la posibilidad de postularse a la Presidencia de la República.
La renuncia de Romero se produce en un contexto de crisis dentro del Gobierno Nacional. Este se ve marcado por las tensiones internas que salieron a la luz en el reciente consejo de ministros, donde quedaron evidentes las discrepancias entre varios funcionarios, así como el descontento generado por el nombramiento de Armando Benedetti como jefe de despacho y las controversias en torno a Laura Sarabia.