La iniciativa promovida por el senador Alejandro Chacón del partido liberal, busca que cualquier institución, tanto pública como privada no inicie clases antes de las 7 am. con el objetivo de mejorar el bienestar de los estudiantes y apoyar a las familias, especialmente a las madres cabeza de hogar.
El proyecto de ley aún debe superar tres debates adicionales en el Congreso para convertirse en ley. Durante el debate, se destacó que miles de estudiantes en el país deben iniciar su día antes de las 5:00 a.m. para llegar puntualmente a las instituciones educativas, lo que afecta su descanso y rendimiento académico .
Según el periódico Portafolio numerosos estudios internacionales respaldan la idea de que un inicio escolar más tardío puede mejorar el rendimiento académico, la concentración y el estado emocional de los estudiantes, así mismo presentan mejor desempeño en pruebas, menos ausentismo escolar y menores niveles de depresión y consumo de sustancias.
A pesar de los beneficios señalados, cambiar los horarios escolares no es una decisión sencilla. En Colombia, muchas familias comienzan su jornada muy temprano, lo que se ve reflejado también en la rutina escolar. Para miles de hogares, especialmente en estratos bajos y medios, el hecho de que los colegios abran a las 6:00 a.m. se ajusta a los horarios laborales de los padres.
Esteban Beltrán, sociólogo, advierte que “prohibir que el colegio abra tan temprano puede derivar en dificultades para que las familias lleven a sus hijos al colegio, especialmente cuando no cuentan con transporte escolar”. En este contexto, retrasar el inicio de clases podría afectar la logística familiar y laboral, generando más estrés del que pretende aliviar.
El debate sobre los horarios escolares en Colombia necesita discutir cómo adaptar estos hallazgos a su realidad y a las condiciones de los trabajadores. En últimas, el objetivo debe ser uno solo: garantizar el bienestar integral de los estudiantes.