La decisión se basó en pruebas clave reunidas por el CTI de la Fiscalía.
El juez 13 de Control de Garantías decidió ordenar la prisión preventiva de Juan David Beltrán, quien está señalado como el autor material del asesinato del coronel Elmer Fernández, exdirector de la Cárcel La Modelo de Bogotá.
Esta medida se tomó tras analizar las pruebas reunidas por el CTI de la Fiscalía General de la Nación, las cuales fueron clave para esclarecer los hechos.
En las audiencias preliminares, Juan David Beltrán no aceptó los cargos de homicidio agravado y porte ilegal de armas, a pesar de las pruebas contundentes en su contra. La Fiscalía sostiene que Beltrán fue quien disparó contra el ex coronel, causando su muerte de manera violenta.
¿Cómo ocurrió el crimen?
Todo comenzó en la carrera 29, cuando una motocicleta negra con dos hombres a bordo empezó a seguir el vehículo en el que viajaba el coronel Fernández. Más adelante, una moto verde con otros dos ocupantes se desvió hacia el barrio Jorge Caballero, mientras que la moto negra siguió persiguiendo al coronel.
El trayecto continuó por la diagonal 76 bis, donde los atacantes tomaron un giro hacia la Avenida NQS. Más adelante, en la intersección de la carrera 29 con la calle 79, las cámaras de vigilancia registraron el instante preciso en que el pasajero de la moto negra, conocido como Juan David Beltrán, abrió fuego contra Fernández, quien estaba dentro de un vehículo del Inpec.
La persecución siguió por la NQS en dirección norte, y al llegar a la calle 87, los atacantes giraron hacia la carrera 24, rumbo al sur. En una estación de servicio ubicada en la calle 80, las cámaras de seguridad registraron nuevamente su fuga, donde los sicarios mostraron una actitud calmada, aparentemente para no generar sospechas.
En la intersección de la carrera 24 con calle 73, el hombre que iba como parrillero se bajó de la moto y caminó tranquilamente, arreglándose el cabello con una mano mientras sostenía el celular con la otra.
Después de cruzar dos avenidas principales, se desvió fuera del alcance de las cámaras, aunque su rostro y acciones ya habían sido capturados.