La capital del Atlántico inició la semana bajo los efectos de una intensa ola de calor, con temperaturas que rondan los 34°C y una sensación térmica que supera los 38°C, producto de una elevada humedad relativa cercana al 94%. Estas condiciones se presentan justo en la transición hacia la temporada invernal, con cielos parcialmente nublados y una probabilidad de lluvias del 55%.
Según los reportes meteorológicos, los vientos provenientes del noreste, con velocidades entre 11 y 22 km/h, ayudan ligeramente a ventilar la ciudad, aunque no logran contrarrestar la sensación de bochorno que domina en las calles barranquilleras. Para la noche, aunque la nubosidad se mantendrá, la probabilidad de precipitación desciende al 11%.
Las autoridades locales han emitido recomendaciones para hacer frente a esta situación climática. Se aconseja a la ciudadanía mantenerse hidratada, evitar la exposición directa al sol entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., y usar ropa ligera de colores claros. Estas medidas son especialmente importantes para niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, considerados los grupos más vulnerables.
Se invita a la comunidad a estar pendiente de nuevos reportes oficiales del clima y a seguir las instrucciones de los organismos de emergencia, tanto por los riesgos de calor extremo como por las posibles lluvias que podrían presentarse durante el día.