El renacer de Ibagué Hace cuatro años, los habitantes de Ibagué, Tolima, se sentían defraudados con el penoso episodio de corrupción que protagonizaron los contratistas encargados de los escenarios deportivos de la ciudad, escogida como sede de los Juegos Nacionales y Paranacionales de 2015. Hoy, a pocos meses de finalizar la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo, se vislumbra otra oportunidad para la “Capital Musical” de Colombia, al quedar despejado el camino para consolidar a Ibagué como la metrópolis que sus habitantes merecen. Conocida como la Avenida Fantasma, el Colector El Sillón es finalmente una realidad. Cuando Guillermo Alfonso Jaramillo asumió como alcalde de la capital tolimense, no imaginaba los alcances de los problemas que mantenían en el atraso a la ciudad de Ibagué. Obras como el Museo Panóptico, Avenida Fantasma, el acueducto complementario, entre otras, prometidas hace más de 10 años a la población, no avanzaban, poniendo en evidencia el escaso progreso en la región, a pesar de las inversiones realizadas por el municipio para el desarrollo económico y social. Pero la mayor dificultad se derivó de la corrupción. En el que se considera uno de los mayores escándalos que ha sacudido la ciudad, los Juegos Nacionales fueron utilizados para defraudar en más de 10 mil millones de pesos a Ibagué, hecho por el que hoy se investiga a funcionarios de la administración anterior. Desde ese momento, Jaramillo, quien fue elegido para el periodo 2016-2019, comenzó a ordenar la casa tras tomar las riendas de un municipio desmoralizado y envuelto en líos jurídicos pendientes por resolver. “Cuando llegamos en enero, entendimos que los señores de los escenarios deportivos no estaban trabajando. Las obras estaban paralizadas”, recuerda el alcalde. Esta obra no ha sido la única que ha desatascado el alcalde ibaguereño, pues el acueducto complementario es una de las deudas más grandes que tiene la ciudad tolimense con sus habitantes. Así, inició la instalación de más de 18,7 kilómetros de tubería como parte de los conductos, que necesitó una inversión de más de 50 mil millones de pesos y requirió mejoramientos de las bocatomas CAY y Combeima. El mandatario asegura que entregará el proyecto a la comunidad antes de finalizar su periodo. Bocatoma Cocorá, fase I. Las consecuencias de la corrupción Por ese incumplimiento, el mandatario local y su grupo de trabajo decidieron entonces liquidar unilateralmente el contrato. Sin embargo, los contratistas no se dieron por vencidos y optaron por recusar a Jaramillo y al gerente del Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué (Imdri). “Hasta octubre de 2016 nos dio la razón el Consejo de Estado de que no nos podían recusar”, rememora. Posteriormente, después de un estudio de la Contraloría y la Universidad Nacional, se planteó que el desfalco había sido por una suma superior a los 10 mil millones de pesos, y que faltaban materiales de obra, porque nunca llegaron casi mil toneladas de acero a la ciudad. Esos fueron motivos suficientes para buscar la cancelación unilateral del contrato y poder establecer el estado real de las obras abandonadas. Con la ayuda de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, el municipio esperaba determinar los proyectos a recibir y modificar. No obstante, en 2017 la agremiación le notificó a la administración local que debía hacerse un rediseño de las obras. Lo que había no servía, y, por ende, el daño que se les ocasionaba a los deportistas ibaguereños de alto rendimiento era incalculable. A partir de allí, se contrataron los rediseños y fue así como “el año pasado terminamos licitando cuatro escenarios: el estadio alterno de fútbol, el estadio de atletismo, el patinódromo y las piscinas de la 42, por cerca de 40 mil millones de pesos”, afirma. Durante su mandato, Jaramillo fue tenaz a la hora de destrabar el desarrollo de los escenarios deportivos, detenidos por actos de corrupción en la ciudad. “Yo puedo decir que el próximo alcalde va a inaugurar muchas de las obras que nosotros no logramos concluir, pero que dejamos financiadas y en proceso de construcción”. Aunque los ibaguereños no entienden que en esta administración hasta ahora se estén retomando las obras, Jaramillo tiene claro que lo primero que se debía hacer era solucionar los graves problemas heredados y dejar el camino allanado para que Ibagué encausara su rumbo. “Ibagué tiene que ser la ciudad verde de Colombia” La Alcaldía de Ibagué ha instalado más de 200 parques en toda la ciudad. Además de los problemas jurídicos, Jaramillo supo que Ibagué no estaba siendo planificada a futuro, por lo que vinculó el municipio a Ciudades Sostenibles y Competitivas de Findeter, contando con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia Francesa de Desarrollo, entre otras. “Hoy tenemos una ciudad con un plan de acción, cuyos estudios tuvieron una duración de dos años, y que toma los cuatro items fundamentales para una ciudad sostenible: cambio climático, huella urbana, huella social-económica y huella financiera”, asegura el mandatario. Este plan de acción plantea que la ciudad se destaque por el manejo y consumo sostenible de recursos naturales; mitigación de la contaminación; la planificación del crecimiento de la población y provisión para la misma; la promoción de un transporte urbano sostenible; impulso a la competitividad y desarrollo económico local, entre otros. La alcaldía de Ibagué ya ha dado los todos los pasos con el cumplimiento de requerimientos para el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), que debió iniciarse en 2007 como consignaba el Plan de Desarrollo Nacional 2006-2010 para las ciudades inteligentes en Colombia. Para esto, se desarrollaron los planes maestros de movilidad y espacio público, estudios técnicos, un catastro actualizado en el que se invirtieron más de 4 mil millones de pesos, y demostrar al Ministerio de Hacienda que tienen los recursos para financiar el 30% del costo total de la obra. Por ahora, están a la espera de la aprobación del Conpes. Con el SETP se podrá mejorar la malla vial de las vías principales de la ciudad, así como la construcción de nuevas calles, estaciones y paraderos, actualizar