Arde la Sierra Nevada de Santa Marta
Varios incendios se han reportado en la Sierra Nevada de Santa Marta, desde el pasado 20 de marzo. Hasta la fecha, las autoridades aún no logran parar la emergencia que se registra en la vereda La Tigrera hasta el corregimiento de Minca. La compleja situación que ya ha consumido más de 600 hectáreas, ha superado los esfuerzos humanos y toda logística adoptada por los bomberos para frenar la crisis ambiental. “Las personas de la comunidad nos comentan que esta situación se debe a quemas controladas que están prohibidas en Colombia. La gente insiste en seguir haciendo eso y lo que termina es causando grandes incendios forestales”, indicó el capitán del Cuerpo de Bomberos de Santa Marta, Ricardo Chahín. Además, el acceso de las unidades que buscan impedir la expansión del fuego hasta el sector urbano ha sido difícil por la topografía de la zona. “El parte no es muy positivo ya que hay más de 10 focos activos en lo que es el incendio forestal que se nos ha imposibilitado apagar desde tierra”, anotó Chaín. Este domingo, 29 de marzo, se registró otro incendio en el sector de Altos de Don Jaca, el cual intenta ser controlado. Con el objetivo de dar atención oportuna a la emergencia, se llevó a cabo una reunión de planeación con todos los organismos de socorro, en la que se determinó conformar dos equipos de trabajo y se solicitó apoyo aéreo para evitar que la situación se torne mucho más crítica. “La ayuda aérea que se pidió a las instancias nacionales llegaría en las próximas horas para atender la conflagración con descargas de aguas en las partes inaccesibles”, explicó el director de la oficina de gestión del riesgo en Santa Marta, Jaime Avendaño. La Policia Nacional dispuso dos aeronaves cisterna AT802 de la dirección antinarcóticos configurados para este tipo de emergencias, que cuentan con una capacidad de recarga de 800 galones de agua. Por su parte, el comandante de la Policía del Cesar, Jesús Manuel De Los Reyes Valencia, explicó que ya se realizaron 20 descargas, con más de 20 horas de vuelo y se detuvieron dos frentes de incendios que amenazaban la vida de las comunidades indígenas de la zona. A pesar de que la crisis está latente, se espera que para el día de hoy la situación mejore.