marzo 23, 2025

Betty Zorro

Mujeres en el poder: una posibilidad de transformación

Por: Gloria Betty Zorro Africano Representante a la Cámara por Cundinamarca de Cambio Radical Era el 5 de octubre de 1789, en Francia, la Asamblea Nacional Constituyente se encontraba debatiendo los cambios más profundos al sistema político francés y la revolución estaba a punto de estallar. La Bastilla había sido tomada en julio, los franceses se encontraban debatiendo los destinos de su país y, a través de la difusión de sus ideas al resto del mundo occidental, se encontrarían forjando las bases de la democracia moderna. Versalles, la encargada de alojar en ese momento a los asambleístas, era una pequeña y cómoda ciudad, centro del poder francés desde Luis XIV, y su palacio podía acoger con grandes atenciones a estos, allí no se sentía el hambre ni las inclemencias de la escasez que se vivía en París; sí me lo preguntan, en Versalles, en ese momento, el mundo parecía un lugar feliz. Espero que esta lucha también se vea reflejada en las elecciones por el poder local que se avecinan en octubre, que tomemos la decisión de luchar por nuestros municipios y departamentos, que cada vez seamos más las mujeres que lideremos procesos de transformación social. Pero en París no había pan en las calles, no había víveres en general, el hambre, en contraste con los banquetes de Versalles, se sentía en el pueblo; fueron las mujeres las primeras en tomar acción, seguramente muchas de ellas llevadas por el instinto de maternidad que nos caracteriza a todas, otras por el ímpetu que es innato al cuidado y la manutención de nuestros hogares y de sus miembros, se decidieron marchar a Versalles. En juego había algo más valioso que sus vidas, en juego estaban las vidas de sus hijos, quizá de sus esposos y del resto de miembros de su hogar, esos lazos son más importantes que la vida misma. Pero en París no había pan en las calles, no había víveres en general, el hambre, en contraste con los banquetes de Versalles, se sentía en el pueblo; fueron las mujeres las primeras en tomar acción, seguramente muchas de ellas llevadas por el instinto de maternidad que nos caracteriza a todas, otras por el ímpetu que es innato al cuidado y la manutención de nuestros hogares y de sus miembros, se decidieron marchar a Versalles. En juego había algo más valioso que sus vidas, en juego estaban las vidas de sus hijos, quizá de sus esposos y del resto de miembros de su hogar, esos lazos son más importantes que la vida misma. Marcharon a Versalles, las mujeres del mercado, vacío de suministros, se unieron todas, se armaron de cuchillos, de instrumentos de cocina, era todo lo que las acompañaba, eran sus utensilios diarios en aquella época, pero tenían algo más poderoso que eso, la firme convicción de pelear por sus derechos, reprimidos por mucho tiempo, y obligando al Rey y a sus cortesanos a instalarse en París, ver la realidad con sus ojos y entender que el cambio de su situación debía llegar ahora. El papel de la mujer en la Revolución Francesa fue determinante, pero también lo ha sido en las grandes revoluciones mundiales y lo debiera ser en la política, su visión es diferente a la del hombre, quizá por su instinto maternal natural, o tal vez por su instinto de protección, las mujeres en muchas ocasiones somos más terrenas y aristotélicas que los hombres, tenemos los pies, en muchos casos, más asentados en la tierra que los hombres y por ende nuestro aporte a las grandes y también pequeñas transformaciones sociales es complementario al de estos. Tardaría mucho tiempo aún después de las transformaciones de la Revolución Francesa para que a la mujer siquiera se le reconociera su derecho al voto, habrían de pasar muchos años más para que se le reconociera su igualdad en términos de democracia y de participación en las decisiones de la sociedad, a pesar de la Declaración de los Derechos del Hombre y de que Olimpia de Gouges quiso también que fueran  los de la mujer, por allá por los años de la Revolución en el siglo XIX, sólo hasta el Gobierno interino del General Rojas Pinilla (a inicios del siglo XX) reconocimos en Colombia los derechos democráticos básicos a nuestras mujeres. Pero aún estamos en mora de hacer más para promocionarlos y permitirles participar activamente en las decisiones colectivas. Hasta hace poco, un informe de la Presidencia de la República nos mostraba cómo menos del 12% de los mandatarios locales son mujeres y según las cifras del Banco Mundial en Colombia, tan sólo un 18% de ellas son parlamentarias, un verdadero contraste con el promedio de América Latina que alcanza el 30%, el de la OCDE 29,71% o, inclusive el de México, que con las reformas de paridad de género en la representación política, lograron, por primera vez en su historia, un balance prácticamente equitativo del 48,2% de escaños ocupados por mujeres. En Colombia, seguimos aún pendientes de una reforma política que nos incluya con garantías de igualdad en la participación, lo intentamos en la presente legislatura, pero lamentablemente el poder de muchos se impuso y no se logró acuerdo sobre este punto ni sobre las listas cerradas que nos ayudarían a conseguir una verdadera equidad en la participación política; finalmente, a inicios del mes de mayo, el Gobierno Nacional anunció el retiro de la reforma política porque su esencia no había sido aprobada. Pero no hay que desfallecer en nuestra lucha, muchas mujeres a través de la historia han pagado, incluso con sus vidas, la reivindicación de muchos derechos de los que hoy gozamos, siempre he estado orgullosa de ésa capacidad de lucha que nos es común y que nos une, nuestra tenacidad es una de nuestras virtudes innatas y la esperanza siempre estará en el corazón de la mujer, por tal motivo la invitación es a que luchemos, aún no tenemos victoria completa, pero logros importantes han acontecido en nuestra lucha, en 1997, por ejemplo, los escaños ocupados

Mujeres en el poder: una posibilidad de transformación Read More »

“También podemos hacer política bien hecha”

La representante del departamento de Cundinamarca, Betty Zorro, llega de nuevo al Congreso de la República para continuar impulsando temas que para la parlamentaria son indispensables, como la protección de los derechos de la mujer, la familia y el medio ambiente. Con una trayectoria política de 25 años, repite curul para seguir empoderando al género femenino, de cara a los retos que impone el mercado laboral y la toma de decisiones para la construcción de un país con desarrollo y equidad social. La representante durante el 1er Encuentro Regional de Liderazgo en la escuela de Policía del Sumapaz. Desde hace más de dos décadas, Betty Zorro ha venido trabajando en el sector público para cumplir uno de sus grandes sueños: ver un país transformado, en donde primen los intereses de la ciudadanía sobre los particulares. Gracias a su esfuerzo y dedicación, retorna nuevamente a la Cámara de Representantes por Cundinamarca con la satisfacción de haber logrado triplicar la votación obtenida hace cuatro años y el enorme deseo de continuar poniendo su granito de arena para el desarrollo de su departamento. “Yo soy una mujer que no aparece cada cuatro años, sino que está constantemente trabajando en las actividades necesarias para ayudar a la comunidad. Con las votaciones que alcanzamos quisimos demostrar que las mujeres también podemos hacer la tarea política bien hecha”, afirma la legisladora, quien se ha caracterizado por su liderazgo dentro de cada una de las tareas que ha desarrollado desde que era muy joven para servir a la comunidad. Tomar la determinación de hacer política no fue fácil. Como ella misma reconoce, este es un medio difícil y machista, donde en muchas ocasiones las mujeres pasan a un segundo plano a la hora de asumir decisiones. “Cuando llegué al Concejo municipal de Soacha, en las 19 curules que había, yo era la única mujer, nada sencillo en una sociedad que aún conserva esas costumbres retrogradas, pero que hace 25 años era mucho más”, recuerda la parlamentaria. Pese a ello, Zorro se ha mantenido firme en su propósito de demostrar que el género femenino tiene mucho que aportar por su disposición, disciplina y compromiso en todo lo que emprende. En el parque principal de Soacha, apoyando campañas en protección de mujeres, niños, jóvenes y adultos mayores. Cuatro años de compromiso con su comunidad Un proyecto político incluyente Cuatro años de compromiso con su comunidad Su gestión en el último periodo legislativo estuvo centrada en defender los recursos que le corresponden a su territorio. Fue así como la representante acompañó la Comisión de Asuntos Económicos, desde donde consiguió apartar fondos para la recuperación de la deteriorada Laguna de Fúquene en Cundinamarca, una reliquia de la región, así como garantizar el dinero para desarrollar la segunda y tercera fase del Transmilenio de Soacha e impulsar un proyecto de 11.600 millones de pesos para saneamiento básico en su municipio; todo esto, gracias a un ejercicio realizado junto al gobierno departamental. “De igual forma en esta comisión, se determinó que 1,5 billones de pesos irían para la rehabilitación y creación de vías terciarias, porque en el país tenemos dificultades en este aspecto”, destaca Zorro. Con esos recursos, se espera promover un proyecto en el cual podrán participar abiertamente varios municipios del departamento, a través de un concurso para establecer el destino de cada inversión. Como representante de la población femenina, la legisladora también hizo un trabajo concienzudo en temas que buscan la defensa de los derechos de las mujeres. “Lo primero que hay que valorar allí es que un gran porcentaje de las congresistas, que hoy hacen presencia en el parlamento, nos dimos a la tarea de fortalecer la Comisión de Equidad de Género, que hoy es accidental, pero que se debe proyectar para convertirla en una legal”, agrega. Esta tarea arrojó muy buenos frutos, como la consecución del programa Más Mujeres, Más democracia, ejecutado por el Gobierno Nacional. Así mismo, se consiguió la creación de la dirección de la mujer rural en el Ministerio de Agricultura y el acompañamiento de las víctimas del conflicto en los acuerdos de paz que se firmaron con las FARC en 2016, en La Habana y Bogotá. “A través de este trabajo, hicimos también un seguimiento muy importante a las distintas leyes que allí se aprobaron en todo lo que tiene que ver con feminicidios, el ataque con ácido y la Ley de Natalia Ponce de León”, resalta la parlamentaria, quien también se ha desempeñado como rectora de un colegio en el municipio de Soacha. Un proyecto político incluyente Para Zorro, una mujer que también se desempeña en los roles de madre y esposa, el tema de la familia es un asunto de prioridad. Su sensibilidad social le ha generado una preocupación constante por la juventud y la perdida de los valores y principios. “Estamos en una sociedad bastante difícil, es un tema que me angustia y por eso considero que la mujer puede hacer mucho”, afirma la representante. Es por esto que la columna vertebral de su proyecto político para los próximos cuatro años está fundamentada en la recuperación del núcleo de la sociedad: la familia. Para ello, Betty Zorro propone una modificación a la Ley 715, en la cual se incluya un capítulo que aborde el tema de la enseñanza familiar. “Hoy tenemos que responsabilizar a los papás de sus hijos. Necesitamos fortalecer esta legislación para que el sistema permita a las instituciones que los padres asuman con responsabilidad el tema de la formación de los jóvenes”, advierte. De manera paralela, la legisladora se propone impulsar desde el Congreso la unificación de las normas del código de la mujer, las cuales se encuentran actualmente dispersas. “Hoy tenemos más de 23 leyes en distintas áreas. Se habla de maltrato, violencia, de empoderamiento, emprendimiento; por eso quiero plantear un código único”, subraya la parlamentaria. Zorro entiende la importancia de su rol y se esfuerza por demostrar que el trabajo duro sí da frutos. Por eso, llega de nuevo al Congreso para apoyar la creación del

“También podemos hacer política bien hecha” Read More »