La alta tensión se mantiene en las calles de EE.UU. por la muerte de George Floyd, en Minneapolis (Minnesota). Esta situación llevó a violentos disturbios en varias ciudades norteamericanas, incluso frente a la Casa Blanca en Washington D.C.
Tras la muerte de Floyd, un hombre de raza negra desarmado a manos de un agente de la policía, comunidades afrodescendientes y población en general, han salido a las calles a pedir justicia.
Al menos 40 ciudades impusieron toques de queda y efectivos de la Guardia Nacional fueron activados en 15 estados y la capital del país, informó la cadena de noticias CNN en su página web.
Los manifestantes piden que se presenten cargos contra los cuatro policías involucrados en la muerte de Floyd. A medida que las protestas se extienden por todo Estados Unidos, funcionarios han culpado de la naturaleza violenta de algunas manifestaciones a los miembros de un grupo controvertido conocido como Antifa.
El presidente Donald Trump dijo el domingo que Estados Unidos designaría a Antifa como una organización terrorista, aunque el gobierno federal no tiene autoridad legal para etiquetar a un grupo local de la forma en que designa a las organizaciones terroristas extranjeras, precisó el medio de comunicación internacional.
Según la cadena CNN, mientras los manifestantes se congregaban frente a la Casa Blanca el viernes por la noche en Washington, el presidente Donald Trump fue llevado brevemente a un refugio subterráneo.
“Una fuente policial y otra fuente familiarizada con el asunto le dijeron a CNN que la primera dama Melania Trump y su hijo, Barron, también fueron llevados al búnker”, agregó.
De acuerdo con la cadena de noticias, Trump elogió al Servicio Secreto al día siguiente por su manejo de las protestas frente a la Casa Blanca el viernes por la noche y que ocurrieron tras la muerte de George Floyd la semana pasada en Minneapolis.