Federico Hoyos
Representante a la Cámara, Centro Democrático
Un reciente estudio de la revista inglesa The Lancet (14 de octubre de 2017) arrojó una conclusión que merece toda la atención y acción por parte de líderes del mundo tanto del sector público como el privado, y esto es que la polución es la mayor causa de enfermedades y muertes prematuras en el mundo en la actualidad. La polución mata más personas en el mundo que el terrorismo, las guerras y las drogas; la polución debe ser abordada como una prioridad global de forma urgente y con acciones contundentes, pues el problema seguirá creciendo y las víctimas serán cada vez más numerosas. Con el ánimo de no quedarnos en un análisis gaseoso sobre el estado de este asunto en el mundo, ubiquemos la lupa sobre cómo estamos lidiando con el problema de la polución en Colombia. ¿Es esto una prioridad para los líderes del país?
La prevención de la polución debería ser un tema más urgente que el acuerdo con las FARC.
De acuerdo al más reciente panel anual de opinión de la firma Cifras y Conceptos, los desafíos más importantes para Colombia en 2018 según líderes de opinión son: próximas elecciones, implementación de acuerdos de paz, combate contra la corrupción y el fortalecimiento de la institucionalidad, entre otros. En ninguna parte en la lista de prioridades aparece la necesidad de solucionar el problema de la polución. ¿Por qué ocurre esto? Aunque puede haber varias razones, me aventuro a plantear que el problema de la calidad del aire del país –concretamente de nuestras ciudades- simplemente no está en la agenda política nacional y esto en buena parte es debido a la sobre exposición y énfasis que el Gobierno Nacional ha hecho frente al acuerdo de paz. Y si miramos este asunto desde los indicadores, resultaría más lógico que, antes que la paz, la polución estuviera en el centro de la agenda pública, pues un estudio de Planeación Nacional (2015) expuso que en el país murieron 10,721 personas por causa de la polución ese año, una cifra muy superior a la de muertes relacionadas con el conflicto armado. A nivel mundial, según el estudio de The Lancet, en ese mismo año, 9 millones de personas murieron en el mundo por causas relacionadas con la polución.
Sin embargo el problema no se limita a muertes humanas, según el estudio de la revista inglesa, los países de ingresos medios y bajos como Colombia, pierden por causa de la polución aproximadamente un 2% de su PIB anualmente, adicionalmente el 7% de los costos del sistema de salud van destinados en la atención de enfermedades derivadas de la polución en países de ingresos medios y bajos, mientras que en países desarrollados los costos por este mismo asunto son del 1,7%. Una mejor calidad del aire supondría un significativo ahorro para el sistema de salud colombiano y por lo tanto una mejor atención para los pacientes.
La recomendación principal del estudio citado es que la prevención de la polución debe ser un asunto de la mayor prioridad nacional, especialmente en la planeación urbana. Ahora que en Colombia hemos ratificado el Acuerdo de París, se hace necesario tomar decisiones más audaces en esta materia y también solicitar que en el debate presidencial los candidatos presenten ideas y propuestas para afrontar este tema. La prevención de la polución debería ser un tema más urgente que el acuerdo con las FARC.