La abogada Carolina Hurtado, quien se convirtió en la primera mujer elegida como alcaldesa de Lérida en las elecciones regionales de 2015, ha tenido como norte realizar un buen trabajo para llevar al municipio por la senda del progreso económico y social. Para lograrlo, ha buscado un acercamiento permanente con la comunidad, convencida de que el ejercicio de la política no es nada diferente al arte de servir a la comunidad.
“Motivo de gran orgullo representa para mí, contarle a mi generación que el con el apoyo de Dios, familia y amigos, fui elegida como la primera mujer alcaldesa en Lérida, Tolima, la tarea no ha sido facil, pues me ha tocado enfrentarme a diferentes situaciones difíciles de persecución por la condición de ser mujer, aún así eso no nos ha detenido en el propósito de ejecutar y organizar administrativamente el municipio. Siento que falta mucho camino por recorrer en nuestro país y frente a un mundo tan globalizado aceptar el posicionamiento y liderazgo de las mujeres que hoy juega un papel muy importante digno de ser imitado en nuestros territorios para estos tipos de cargos públicos de cargos públicos y de elección popular”
Buen gobierno para la gente
Los logros alcanzados en materia de género, se suman a otros que se han conseguido con la ejecución en más de un 75 por ciento del plan de desarrollo municipal “Buen gobierno para la gente”, en el que se ha priorizado el tema social. “Con gran orgullo debo contarles que durante
nuestra administración logramos un reconocimiento importante en la calificación por eficiencia sectorial que realiza el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en la que Lérida ocupó el tercer lugar por el cumplimiento de las metas”, asegura la mandataria. El municipio también ha sido reconocido por la eficiencia fiscal, gracias a la consecución de recursos adicionales en la vigencia 2017 y 2018, que garantizan mayor inversión para la población.
Desde el Gobierno,
una inversión “tímida”

La alcaldesa de Lérida considera que la asignación de recursos para el municipio y la aprobación de obras para la región por parte del gobierno central, han sido tareas difíciles para su administración. Según la mandataria, “la inversión fue bastante tímida, por no decir que nula, y la transición de gobiernos sí afectó a los nuestros, pues retrasó la ejecución de los proyectos que fueron radicados” con base en el cronograma inicial. Para la funcionaria es entendible que el nuevo Plan de Desarrollo los condicione, pues vienen con nuevas exigencias y procedimientos. Sin embargo, su objetivo principal será conseguir el aval gubernamental para las iniciativas que están pendientes y que buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.
El futuro de Lérida

El mayor reto que deberá enfrentar su sucesor, será el de garantizar el empleo, la vivienda y la educación, así como fortalecer la agricultura, proporcionando las tan necesarias rutas de acceso a las áreas rurales del municipio. “Hay mucho por hacer aún. Hemos iniciado en nuestro gobierno una conversión en el pensamiento de trabajo en equipo, de entender que la construcción de la paz no se hace desde el papel, sino con acciones que transformen en realidades las condiciones de vida de muchas familias. No se trata solamente de darles el pescado, sino de enseñarles a pescar y de iniciar el proceso con la entrega de por lo menos una primera herramienta que les facilite hacerlo”, expresa la mandataria, quien advierte que solo así se conseguirá el progreso regional.