La representante a la Cámara por el departamento del Vaupés, Mónica Valencia, llegó al Congreso de la República con metas claras: La primera de ellas, orientada a impulsar desde el Legislativo iniciativas que ayuden a la preservación de la cultura ancestral y, la segunda, a generar ingresos con la implementación de la denominada “economía naranja” para el sustento de la población, en su mayoría conformada por indígenas.
Aunque trae bajo el brazo varios proyectos para fortalecer la economía de la región, promover el ecoturismo y contribuir a elevar la calidad de vida de los más de 50 mil habitantes del Vaupés, la legisladora es consciente de que uno de los mayores obstáculos es no contar con los recursos necesarios para su ejecución. “Es allí donde se complica la gestión, pues el Gobierno no siempre ve con buenos ojos invertir en sectores aislados poco poblados, pues su relación beneficio costo es menor que cuando invierte en sitios de fácil acceso, con mayor población e impacto político”. Por ello, decidió aceptar el reto de buscar desde el Congreso el respaldo suficiente para sacar adelante iniciativas que tengan efecto positivo en el desarrollo económico y social de las zonas apartadas del país.
La defensa de la cultura indígena
Desde la época precolombina, el departamento del Vaupés ha estado habitado por varios pueblos indígenas, algunos de los cuales, gracias al hábitat selvático, sobreviven a los embates de la civilización. Esa es tal vez una de las razones más poderosas que tiene la representante para asumir desde su curul la defensa de los grupos étnicos de la región. Por eso, desde ya “toca puertas” ante las entidades gubernamentales para garantizar la supervivencia de las costumbres milenarias.
“El propósito es crear mesas de trabajo conjuntas entre nuestros adultos sabedores y los Ministerios del Interior, Educación y Cultura. Estoy convencida de que si intercambiamos ideas y unimos esfuerzos lograremos implementar los planes de salvaguarda que marcarán el camino para la preservación de estas importantes culturas”, señala la congresista.
Impulso a la economía
La economía del Vaupés se fundamenta principalmente en la actividad agrícola, con los cultivos de yuca, maíz, plátano, ñame y frutas silvestres. Pero, la condición selvática del territorio les ha dado cabida a las plantaciones de hoja de coca, cuyo control buscan ejercer organizaciones al margen de la ley, así como a la explotación de recursos mineros como el oro, en muchos casos de manera ilegal. Desde el Congreso, Mónica Valencia espera, con el apoyo del Gobierno del presidente Iván Duque, quien se ha declarado aliado de las regiones, mayores oportunidades de desarrollo para su departamento.
“El presidente se ha comprometido a estrechar su relación con las entidades territoriales y, en esa medida, esperamos recibir para el Vaupés el respaldo necesario que nos permita conservar la naturaleza, así como generar ingresos derivados de la actividad cultural con la implementación de la economía naranja para el sustento de estas familias”, subraya la parlamentaria.
El ecoturismo, en primer orden
La belleza de sus paisajes naturales y la riqueza de fauna y flora ofrecen un envidiable atractivo turístico, que lo ayuda a potencializar también su cultura ancestral. Sin embargo, muchos lugares están aún sin explorar por la falta de vías terrestres para el acceso de viajeros nacionales y extranjeros. Sus destinos majestuosos se han convertido en sitios de rodajes de diferentes películas y documentales como «El abrazo de la serpiente», lo que ha llevado a la representante a colocar el impulso al ecoturismo entre los temas prioritarios de su agenda legislativa.
“Buscaré el apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para que promueva esta actividad en conjunto con las entidades territoriales y los pueblos indígenas, pues este territorio conserva hermosos lugares naturales y ricas prácticas culturales”, destaca la congresista, quien está segura de que, si las comunidades se organizan, recibirán mejores ingresos cuidando su territorio, y a la vez “generarán conciencia ambiental y cultural en el visitante, hacia su entorno”.
Replicar gestión social
Su trabajo como gestora social de Mitú, entre 2012 y 2015, estuvo enfocado en el apoyo a los programas de hogares comunitarios y en abrir espacios a los sectores más vulnerables del Vaupés. Por eso, desde su condición de parlamentaria, espera ayudar a consolidar la agenda social y a exigir la presencia del Estado en proyectos que beneficien a este sector de la población. “Considero importante reforzar el cuidado de los niños menores de 5 años, así como lograr la exigencia en la implementación de iniciativas para la atención del adulto mayor por parte de las entidades territoriales”, enfatiza.
Sobre las reformas que propone el nuevo gobierno, la representante envía un mensaje claro: “las propuestas que vaya a presentar serán socializadas y analizadas desde los distintos ángulos para poder tomar la decisión de apoyarlas. Desde luego que respaldaremos las que visibilicen un impacto positivo tangible en nuestras poblaciones”.