Juan Carlos Wills Ospina
Representante a la Cámara por Bogotá
A pesar de que Alberto Lleras Camargo se queda aún con el título del presidente más joven en la historia de Colombia, el nuevo mandatario Iván Duque es un claro ejemplo de cómo la vitalidad y el deseo alcanzar propósitos nobles y elevados, pueden derrotar cualquier prejuicio y llevar a las fuerzas jóvenes de Colombia a generar el cambio que el país necesita.
Fue el filósofo y estadista Francis Bacon quien afirmó: “Un hombre que sea joven en años puede ser viejo en horas si no ha perdido el tiempo; pero esto sucede raras veces.”
En reiteradas ocasiones, y sin ánimo de inmodestia, nos hemos mostrado agradecidos con la ocasión que la vida nos dio de ocupar a los 30 años de edad el honor de la Secretaría General del Partido Conservador Colombiano, siendo el titular más joven en ese cargo desde la fundación del partido en 1849. No era menor el reto de vencer la incertidumbre y la desconfianza que despertaba el otorgar la representación legal del partido, a una persona para muchos con poca experiencia en la vida política.
La democracia no has dado un nuevo reto y una nueva ocasión y será ahora desde la Cámara de Representantes donde tendremos el encargo de consolidar con hechos los compromisos contraídos con la ciudadanía
No puedo negar que esa incertidumbre fue, entre otras, una de las principales motivaciones para realizar un trabajo planificado, arduo e incesante, con el propósito de demostrar resultados y dejar así una muestra de cómo prevalido del entusiasmo juvenil, pero echando mano de la constancia, la disciplina y la responsabilidad era posible coadyuvar a un proceso de trasformación organizacional, de adaptación al nuevo escenario político colombiano y de caminos ciertos de renovación en el liderazgo.
La democracia no has dado un nuevo reto y una nueva ocasión y será ahora desde la Cámara de Representantes donde tendremos el encargo de consolidar con hechos los compromisos contraídos con la ciudadanía al pedirle su apoyo para ocupar una curul por Bogotá. Temas cruciales como el avance incontrolado y corruptor del microtráfico que encuentra en la drogadicción de la juventud su ámbito de expansión y lucro; el desánimo ideológico, académico y contextual sobre el valor de la familia como núcleo protector de la sociedad y sus valores fundamentales; la necesidad de que la bancada por Bogotá se interese de manera eficaz y permanente por los problemas de la ciudad y reclame para ella lo que le corresponde en los presupuestos nacionales; la importancia de darle a nuestra capital seguridad y convivencia para la recreación, el trabajo, el turismo, etc.; ocuparon nuestra agenda de campaña.
Nuestra labor legislativa y de control político se ha inaugurado con la presentación de dos Proyectos de Ley: el primero tiene que ver con la penalización de la dosis mínima y la dosis de aprovisionamiento, no tiene otra finalidad distinta que dotar a la Autoridad y al Estado de una herramienta para combatir el flagelo del expendio exacerbado y descarado de estupefacientes sin que se pueda actuar para judicializar con éxito a los mercaderes de la salud y el porvenir de las nuevas generaciones; y también se ha presentado la autorización al Gobierno Nacional para que se ocupe de la creación del Ministerio de la Familia, no se trata de aumentar la burocracia estatal ni de darle un nombre rimbombante a la política e defensa de la Familia en Colombia, se trata de que exista un ente sólido, presupuestado, y dedicado a definir políticas públicas en todos los ámbitos necesarios para que la Familia Colombiana sea atendida integralmente y se convierta de nuevo en el centro de la sociedad, en la guía de un mejor presente en paz, bienestar y convivencia.
Con igual dinámica establecimos con éxito contactos con la máxima autoridad de Bogotá y acudiremos a los escenarios que sean propicios para trabajar por una bancada unida y atenta a la problemática de la ciudad. Nuestra labor será incansable y esperamos fructífera, ya que no se trata solo de entregar cuentas sino también de confirmar que los liderazgos renovados en política están ante nuestros ojos y lo harán bien. Tenemos un presidente que representa esta realidad y sentimos que también lo podemos lograr porque el tiempo de la juventud ha llegado.