A cuenta gotas, el presidente electo, Iván Duque anunció los nombres de los ministros que lo acompañarán durante su gobierno en los próximos cuatro años. Un gabinete que a todas luces es más técnico que político, lo que representa para el mandatario un enorme reto frente a las expectativas que tiene el país y la necesidad de consolidar una coalición en el Congreso de la República, aún frágil, que le garantice gobernabilidad.
Una tarea nada fácil para el nuevo Gobierno ante el inconformismo que existe en algunos partidos políticos, que respaldaron la candidatura de Duque en segunda vuelta, por la forma como se repartieron los ministerios. Según analistas, la “luna de miel” de la que goza el presidente en el inicio de su mandato dependerá en gran medida de los nombramientos que se hagan en los departamentos administrativos, institutos y embajadas. Por ahora, contará con un gabinete de corte empresarial, alejado de la política tradicional y con una alta presencia femenina, haciendo honor a su palabra de tener un equipo de trabajo conformado por el 50% de mujeres.
Como candidato a la Presidencia de la República por el Centro Democrático, ya Duque había advertido que no aceptaría presiones ni exigencias burocráticas de ninguna clase por parte de las fuerzas políticas que decidieran apoyarlo en su aspiración por acceder al cargo más importante de la nación. Las conversaciones se harían, según dijo entonces, sobre la base de “un respaldo a una visión de país y no sobre repartijas burocráticas”. Se prevé, en consecuencia, que los partidos que no tuvieron representación en el gabinete actuarán con mucha más independencia en el Congreso.
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Lo que se piensa del gabinete
Las voces a favor y en contra de quienes ocuparán los diferentes ministerios no se han hecho esperar. Para el senador del partido Polo Democrático Alternativo (PDA), Leónidas Gómez, lo que se está viendo es “la continuación de la política contra la clase media y los sectores populares de Colombia, pero mucho más agudizada”. El congresista cree que con el nuevo gabinete el país está a las puertas de más privatización, más confrontación y menos presupuesto para la educación, la salud y el deporte.
La mirada que se tiene desde la oposición sobre el equipo de trabajo que acompañará al mandatario es muy distinta a la de los partidos políticos que serán sus aliados en el Legislativo. El representante a la Cámara por el Centro Democrático, Gabriel Santos, piensa que, con los recientes nombramientos ministeriales, Duque está enviando un mensaje significativo al país, como lo prometió en campaña, de contar con un cuerpo de asesores sustentado en “la experiencia y la tecnocracia y, lo más importante, sin recomendaciones políticas. Un gabinete que obedece ciento por ciento a sus capacidades y criterios”.
Debe priorizarse lo social
La congresista del Partido Verde, Catalina Ortiz, reconoce que Duque nombró a personas competentes y sin trayectoria política, para llevar a cabo las tareas que tiene en mente, lo cual es positivo para el país. No obstante, cree que se debe trazar una línea de trabajo en la que se profundice lo social. “Aunque es un gabinete técnico, debe ser capaz de entender la realidad actual de los colombianos y buscar los consensos para ejecutar políticas que beneficien a la gente del común”.
Aunque resalta la experiencia académica y profesional de quienes fueron nombrados como ministros, el senador de Cambio Radical, Richard Aguilar, ve difícil que su labor esté al margen de la dinámica de la política, como se pretende hacer. “Son personas con todas las altas cualidades personales y profesionales y sin duda será un gabinete de lujo. Aunque vengan de la academia deben empalmarse con el mundo político. Estaremos desde el Congreso construyendo sobre lo construido”, sostiene.