Henry Balcazar lleva 48 horas encerrado en el edificio Uriel Gutiérrez de la Universidad Nacional, evitando una posible toma de los encapuchados, quienes protestan desde hace varios días por presuntas irregularidades en la elección del nuevo rector de la institución. Este vigilante se ha ganado la admiración de la gente por su valor para enfrentar los ataques de personas encapuchadas que buscan vandalizar el edificio donde se encuentra. Gracias a la gestión del ministerio del Interior y de la defensoría del Pueblo lograron ingresar dos médicos que lo examinaron. A pesar de las amenazas y del miedo, se ha mantenido firme; lo mueve un sentimiento de apropiación por la universidad, a la que ha protegido durante más de tres décadas y que ahora no piensa dejar a merced de quienes quieren destruir no solo un edificio, sino los sueños de los estudiantes que se forman en los claustros. Henry es un hombre agradecido con la universidad porque le ha brindado la oportunidad de sostener a su familia en sus 34 años de servicio. “Lo que he conseguido a lo largo de mi vida ha sido gracias al sueldo, a las garantías y oportunidades que me ha dado la universidad, uno debe ser mínimamente agradecido y tener un compromiso primero conmigo mismo y luego con la institución que me ha dado lo que tengo durante los últimos 34 años”, señaló Henry en diálogo con W Radio. De acuerdo con Henry, los encapuchados son personas ajenas a la universidad. “Son personas ajenas al campus, obviamente la capucha protege su identidad y no sabemos quiénes son, pero lo que dejan ver las acciones de estas personas es que no son parte de la Universidad, cuando ellos marchan grafitean, pero no vandalizan los edificios, en esta ocasión le dieron con todo a las cámaras de los 5 pisos, vandalizaron los torniquetes del edificio”, agregó. Las protestas iniciaron tras el nombramiento de José Ismael Peña como nuevo rector de la Universidad Nacional. Leopoldo Múnera, quien ganó la consulta realizada a los estudiantes y profesores, se declaró en ‘desobediencia civil’ luego de que el Consejo Superior optó por Peña para el cargo. Henry ha invitado a escuchar a los jóvenes que están protestando pacíficamente. También hizo un llamado a no satanizar la universidad, pues hay que reconocerla como un espacio de la diversidad y el conocimiento.