La Defensoría del Pueblo informó que la situación más crítica afecta a los niños de entre cero y cinco años, quienes se encuentran en condiciones de salud deplorables debido a la inacción de entidades como el ICBF, a pesar de las instrucciones del presidente de priorizar a la infancia vulnerable.
“Durante una visita realizada entre el 22 y el 26 de abril pasado a Riohacha, Maicao, Uribia y Manaure, observamos con gran preocupación que la situación de vulneración de derechos de los niños y niñas wayú se agrava por la falta de diligencia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,” expresó Carlos Camargo Assis, defensor del Pueblo.
El organismo de control verificó que la población infantil de la comunidad wayú no recibe servicios de atención del Instituto desde finales de 2023, incluido el suplemento nutricional que solía proporcionarse periódicamente. Esto ha llevado a que los niños solo tengan acceso a bebidas artesanales como la chicha para alimentarse.
“Niños wayú de entre cero y cinco años están siendo alimentados únicamente con chicha, lo que ha resultado en pérdida de talla y peso. Esta situación puede confirmarse solicitando al Instituto el reporte de talla y peso de diciembre de 2023 y comparándolo con el que se genere cuando se reanude la entrega de alimentos para este grupo etario,” resalto Camargo.
Además, responsabilizó al actual Gobierno por la desatención de la comunidad wayú, afirmando que los esfuerzos de administraciones pasadas para erradicar la desnutrición mediante programas del Bienestar Familiar se han desvanecido, ya que los servicios fueron suspendidos sin implementar nuevos programas, perdiendo la continuidad.
Por otra parte, el organismo de control señaló que sigue sin cumplirse la sentencia de la Corte Constitucional de 2017, que ordena garantizar la protección especial de los derechos de la población wayú.